Todos aquellos que han disfrutado de la experiencia coinciden en que el Camino de Santiago es una aventura apasionante e inolvidable. Se trata de una manera distinta de conocer el territorio a través de diferentes itinerarios y cuya meta final es la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, donde se alza la catedral de esta ciudad y se encuentra la tumba del Apóstol Santiago. En 1993 la red de rutas jacobeas fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, desde entonces, aunque antes ya era célebre esta peregrinación, miles de personas inician este viaje con destino a Santiago. Durante el pasado año 2015 llegaron a Compostela 262.515 caminantes, de 179 nacionalidades distintas, un 10% más que en 2014. Esta cifra crece progresivamente año tras año.
Con todo, el número total de caminantes es superior, ya que no sólo los que llegan a la catedral de Santiago son peregrinos. Muchos inician el Camino a varios miles de kilómetros de Galicia y año tras año recorren parte del trayecto, explica Vicente Porcar Bigorra, presidente de la Asociación de Amigos de la Ruta Jacobea Utreia de Castelló. De hecho, miembros de esta asociación, fundada en 2004 y formada en este momento por 126 socios, tras cuatro años de Camino llegará finalmente en 2016 a Santiago de Compostela. Iniciaron la aventura en 2012 desde la ermita de Sant Jaume de Fadrell, donde comienza la ruta jacobea de Castelló, de más de 1.100 kilómetros, y que pasa, también, por la Basílica del Lledó. El Camino de Santiago de la provincia de Castelló recorre 164 kilómetros, atravesando los municipios de La Pobla Tornesa, la Serra d'En Garcerán, Sant Pau, Catí y Vallivana, hasta incorporarse al Camino del Bajo Aragón, donde la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago San Macario de Andorra, en el Bajo Aragón, dan la bienvenida a los caminantes de Castelló.
A continuación, el peregrino llega a Zaragoza por el Camino Jacobeo del Ebro hasta Logroño, y después se integra en el Camino Francés.
La labor de la asociación en la puesta en valor de la ruta jacobea en Castelló ha sido muy destacada desde su fundación y ha ido desde la búsqueda e investigación de hitos jacobeos en el territorio castellonense, recogidos en el libro «El Camino de Santiago de Castellón», de Javier Vicente Queralt, a la señalización del trayecto o la limpieza, por parte de los socios, de forma voluntaria, de las zonas por donde trascurre el Camino por la provincia.
Anualmente, entre otras excursiones, la asociación programa hasta dos salidas por la ruta jacobea de la provincia. Cada sábado, durante dos meses, los peregrinos recorren entre 20 y 30 kilómetros del trayecto, lo que permite a la asociación controlar que la señalización sea visible al peregrino (en este momento la provincia cuenta con 49 mojones distribuidos por todo el territorio) y que los caminos sean transitables. Doce años de trabajo incesante por poner en valor este extraordinario legado y perpetuar la tradición.
