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Ferreres y el PSPV-La Vall anuncian acciones legales contra el PP

Según denuncia el edil, se vio implicado en el proceso judicial en el que interviene en calidad de investigado por realizar una gestión administrativa rutinaria en su calidad de empleado de banca

Ferreres y el PSPV-La Vall anuncian acciones legales contra el PP

El concejal del PSPV de la Vall d'Uixó, Javier Ferreres, anunció ayer que está dispuesto a «llegar hasta donde haga falta para defender mi dignidad como persona y como trabajador». Estas son las primeras declaraciones que realiza desde que saliera a la luz un proceso judicial en el que se vio implicado como empleado de una entidad bancaria de la localidad, una situación que fue aprovechada por el Partido Popular local para arremeter contra él y su partido, al vincular lo sucedido hace cinco años, con una supuesta responsabilidad política.

En su comparecencia pública, Ferreres estuvo acompañado por Vicent Zaragoza, vicesecretario general del PSPV-La Vall y miembro de la ejecutiva provincial, que personificó el apoyo «incondicional» que el partido en su conjunto ofrece al edil ante unas acusaciones que, desde el partido no solo se consideran «desproporcionadas e injustas», sino que además solo buscarían, desde su punto de vista, desviar la atención sobre «las responsabilidades políticas en las que sí que ha incurrido Óscar Clavell», tal y como denunció la alcaldesa del municipio, Tania Baños.

Ferreres señaló con claridad que si no se había manifestado hasta el momento al respecto de los hechos era porque está sujeto a la Ley de Protección de Datos, a su obligación de no revelar secretos y al artículo 199 del Código Penal, en el que se detalla que si hiciera públicos secretos ajenos de los que ha tenido conocimiento por su ejercicio profesional, podría incurrir en un delito penado con entre 1 y 3 años de prisión. De cualquier modo, señaló que el caso que se juzga y por el que se ha visto afectado en la calidad de investigado, se produjo en la entidad bancaria de la que todavía es empleado —aunque disfruta de una excedencia por ejercer cargo público—, y tendrían que ver con el desarrollo de sus obligaciones administrativas.

El edil socialista, visiblemente afectado a nivel personal, insistió en varias ocasiones en que no iba a entrar en el detalle de los hechos hasta que se resuelva el proceso judicial, y se limitó a precisar que «lo que hice en su momento es lo mismo que habré hecho 200 veces al día» y que se encontraría en esta situación «por hacer mi trabajo bien hecho», a lo que añadió que «el día en que lleguen las conclusiones del juicio volveré a comparecer y explicaré lo sucedido, y entonces se verá la magnitud de las calumnias que están vertiendo contra mí».

Por su parte, Vicent Zaragoza planteó el posicionamiento del PSPV insistiendo por un lado en que «estaremos al lado de Javier Ferreres hasta las últimas consecuencias». A su vez, en relación «a personas muy concretas del Partido Popular que hacen de la política una lengua sucia en la que todo vale», ya que «tergiversan la realidad, manipulan, acusan y dicen barbaridades», les quiso «advertir de que cuando acabe el proceso y podamos hablar tranquilamente y con libertad, vamos a iniciar acciones legales contra ellas».

Zaragoza fue muy contundente al señalar que en el PSPV «no estamos dispuestos a que ese estilo de lengua sucia se instale en el ejercicio democrático y de convivencia de la Vall, porque va en contra de personas y de un modelo de hacer política que cabe cuidar y respetar entre todos». A lo que añadió: «Podemos entender que alguien en el PP monte pirulas para tapar lo que está pasando con Óscar Clavell o distraer la atención, pero esta no es la vía, la de humillar, ofender y mentir».

Aunque ninguno de los presentes entró en el fondo de la cuestión, según ha podido saber Levante de Castelló, la intervención del actual concejal socialista se habría limitado a cumplir un trámite administrativo propio de sus funciones como empleado de banca, como es el caso de la apertura y cancelación de una cuenta, dado que hasta siete empleados más de la entidad se encontrarían en su misma situación. Lo único que sí que precisó Javier Ferreres al respecto es que «si hubiera hecho algo ilegal ahora no seguiría siendo empleado de la entidad».

El concejal socialista reconoció estar muy afectado por una situación que «no entiendo cómo me ha caído encima», lo que justificaría, a su parecer, que en algún momento puntual se dejara llevar por el nerviosismo, por lo que implícitamente no negó las acusaciones que vertió contra él la portavoz del PP, Elena Vicente-Ruiz, quien aseguró que la había insultado en el transcurso de un acto de las fiestas de El Campanar. De hecho, Ferreres pidió disculpas públicamente si en algún momento ofendió o incomodó a terceras personas, como sería el caso de los integrantes de la comisión de fiestas.

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