Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La imagen de la Virgen de la Asunción sale a las calles de la Vall tras 25 años

Los actos religiosos protagonizaron ayer la jornada más emotiva de las fiestas de El Campanar

La imagen de la Virgen recorrió las calles de la localidad, ayer. E. mira

La emotividad y la convicción de estar viviendo, por segunda vez, un momento histórico, llenó ayer las calles de la Vall d'Uixó al paso del recorrido de la procesión del día grande en las fiestas de El Campanar. Numerosas personas salieron a las calles para ver de cerca, por segunda vez, a la Mare de Déu de l'Assumpció, una imagen que siempre permanece en el altar de la Parroquia, entre otras cosas por sus grandes dimensiones, pero que ayer procesionó tras 25 años sin salir del templo, acompañada por cientos de feligreses y curiosos, conscientes de la relevancia del acto en el que estaban participando.

Desde primera hora la solemnidad de la jornada se dejó sentir en la localidad gracias al toque de las campanas desde lo alto de El Campanar, un hecho que también tuvo su importancia, dado que, a diferencia de lo que viene siendo habitual, sobre todo desde los años 60, las siete campanas que coronan este monumento arquitectónico que estos días celebra sus 225 años, sonaron gracias al toque manual del Noble Gremi de Campaners. José Enrique Puchol (la Vall d'Uixó), José Vicente Manzana (Eslida), Juanma Gavara (Nules), David Galindo (Alfondeguilla) y Josep Jordá Sala (Beniarrés), acompañados para la ocasión por Nacho Sánchez y Sergio Aloy, de la Colla de Campaners de Bétera, permanecieron todo el día en lo alto del campanario con el objetivo de hacer llegar la magnitud de la fiesta a todos los rincones de la ciudad, «recuperando la voz humana de las campanas», tal y como destacó Puchol.

Desde las ocho de la mañana, cuando los toques sonaron a despertà, estos particulares instrumentos y medios de comunicación ancestrales no dejaron de hablar. De hecho, como reseñó José Enrique Puchol, «nuestra idea es la de recrear el paisaje sonoro que ha definido tradicionalmente la vida del pueblo».

Toques singulares

Entre los toques más singulares que pudieron escucharse ayer destacaron el que se hace todavía en algunos municipios, como es el caso de Artana, que es el de «avisar a los músicos convocándolos para ir a la procesión». José Enrique Puchol explicó que «no es la primera vez que subimos a hacer un toque manual al campanario de la Asunción, ya lo hicimos en San Vicente, pero sí que es la primera vez que estamos todo el día arriba». El objetivo era dar a la celebración del 225.º aniversario la trascendencia que merecía con momentos excepcionales, como a través de los toques especiales de las campanas. Con esta exhibición de este ancestral modo de comunicación, los integrantes de la agrupación expresaron su «confianza» en que «se consolide esta tradición, de manera que dentro de 25 años el toque manual de las campanas no sea algo extraordinario, sino habitual».

Compartir el artículo

stats