La música de las marchas moras y cristianas llegaban ayer a Peñíscola. Las escuadras de la Associació Cultural de Moros y Cristians de la localidad celebraban su primera gran aparición ante un público multitudinario con el gran desfile del sábado. Se trataba del primer y espectacular desfile: el de la entrada de las escuadras en la ciudad.

El recorrido se iniciaba por lo tanto en la zona polideportiva para recorrer posteriormente la Avenida Papa Luna, paralela al paseo marítimo, y llegar a la Plaça de Bous, a los pies de la fortaleza y la Ciudad Antigua.

La recreación histórica representaba a las diferentes filaes, primero las cristianas y a continuación las moras, tomando la ciudad. El acompañamiento musical marcaba también su simbolismo, ya que aglutinaba la compañía de las bandas de música de municipios vecinos.

Como sucede cada año, fueron numerosos los vecinos y visitantes que se acercaron hasta el municipio para contemplar esta mágica representación. La música y la solemnidad de les filaes vestían un desfile en el que este año destacaron de forma especial la Dama de la Asociación, Loli Sánchez, que fue una de las protagonistas de la jornada; así como María José Medina, que ejerció como Mora de l'Any.

El alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, presenció la entrada en la ciudad de las escuadras moras y cristianas acompañado por los miembros de la corporación municipal y por multitud de alcaldes de municipios vecinos. «Queda demostrado un año más que la fiesta mora y cristiana es ya una cita consolidada en nuestro calendario festivo, con más de tres décadas de historia y decenas de miles de seguidores que se acercan hasta nuestra ciudad para disfrutar de la solemnidad del paso de las escuadras, la impactante música de nuestras bandas y la vistosidad y espectacularidad de los trajes con los que se desfila», valoró Martínez.

Para hoy domingo la programación también destaca como broche de oro de la tarde un nuevo desfile: la salida de las escuadras. Desde la Ciudad Antigua marcharán a partir de las 19.30 horas. Posteriormente, peñíscola dirá adiós a sus fiestas con un ramillete de fuegos artificiales.