El Castellón sudó tinta para sumar la primera victoria de la temporada. Lo consiguió ante el Albacete en un partido muy largo y con un final de infarto. Los goles de Pablo Monroy y Carlos Soriano no dieron tranquilidad porque dos minutos después del 2-0 el habilidoso extremo manchego Madalín comprimió el marcador con su gol. El tercer gol se resistió a los orelluts, así es que la emoción fue total en la recta final del partido.

Le pusieron ganas los albinegros en el arranque ante un rival con problemas para sacar el balón bien controlado desde atrás. El equipo de Fernando Campos tuvo tres buenas ocasiones antes de adelantarse en el marcador. Dos de ellas fueron desbaratadas por Víctor Felip, y ambas fueron rechazadas por el arquero César. La cuarta llegada acabó con el gol. Pase entre líneas de Raúl Palmer a Pablo Monroy que, a trancas y barrancas, elevó el balón por encima del larguero para alojar el cuero al fondo de las mallas. Ese 1-0 en el minuto 32 hizo justicia en el marcador.

La segunda parte arrancó con muchos movimientos. En el 49 Carlos Soriano, a pase de Carlos Carrasco, puso el 2-0 en el marcador. Pero la alegría en la casa del pobre duró bien poco. En el 51 Madalín cabeceó a la escuadra una falta lateral, para comprimir de nuevo el marcador del Marquina (2-1). De ahí al final sufrimiento. El Albacete se volcó, pero son agobiar. Tuvo el 3-1 el intrépido Víctor Juliá, pero no controló bien en los metros finales. Este jugador envió al palo en el minuto 94.