Un genio. Así hay que calificar al joven centrcampista alicantino Víctor Moya Chuca que en el minuto 87 lanzó una falta desde la frontal del área del Orihuela y la coló en el fondo de las mallas para empatar el encuentro. No por toda la escuadra, pero casi. Un gol que supo a gloria para el Villarreal C después de cómo transcurrieron los acontecimientos a partir del minuto 38, cuando el equipo de la Plana Baixa se quedó con diez efectivos. Su rival, en una larga segunda parte, le volteó el marcador con dos goles casi consecutivos, pero Chuca hizo vibrar el Mini Estadi con el 2-2 en el último suspiro del encuentro.

Fue un partido de armas tomar. Un partido de niños contra hombres donde en el primer tiempo los anfitriones de Carlos Pérez Salvachúa salieron vivos de milagro. Muy pronto se adelantó en el marcador el segundo filial amarillo por mediación del onubense Simón Moreno que recibió un buen balón dentro del área escorpión. Golpeó con dureza y el cuero, tras impactar en el cuerpo del portero, besó las mallas. Una ocasión de las tres que tuvo el equipo de la Plana Baixa.

Darío tuvo el 2-0, pero el meta visitante se la detuvo, y en la siguiente acción se complicó todo.

Sí, el partido se le puso más difícil al Villarreal C porque el central Genís impactó con el atacante local Raúl y el colegiado cobró penalti (muy riguroso) y el zaguero se marchó al vestuario por la segunda amonestación. Era el minuto 38. Lanzó Raúl González y paró el zaragozano Diego Fuoli. Y jugando con un hombre menos, el rumano Andrei Ratiu tuvo el 2-0, pero mandó fuera.

Más contratiempos

El segundo tiempo arrancó con un nuevo contratiempo: la lesión del central Arnau Vega que había salido en el minuto 41 para suplir al expulsado Genis. El filial improvisó con una defensa inédita (Migue-Maxi Rosales), además de estar con diez efectivos y tener al Orihuela mordiendo y apretando. El partido se empezaba a hacer muy largo y angustioso.

La igualada llegó en el minuto 77 cuando el encuentro era un monólogo del conjunto de la Vega Baja. Falta escorada que se sacó en cortó en el interior del área y allí le pegó fuerte Brian para enviar el cuero al fondo de las mallas. Era el 11 y mucho por delante. El 1-2 apenas se hizo de rogar. Llegó en una contra y Raúl González resolvió ante Diego Fuoli, que casi evitó el gol, pero el cuero entró hasta el fondo. En el minuto 87 llegó la expulsión de Flequi y de esa falta en la frontal del área nació el 2-2. Golazo del gran Chuca que supo a gloria. Se conservó la condición de invicto.