La Feria Medieval de Mascarell revoluciona la vida de sus vecinos. Y no puede ser de otra manera porque artesanos, feriantes, actores y visitantes toman las calles del recinto amurallado durante tres días, haciendo casi imposible el acceso a sus casas en algunos momentos en los que la afluencia de público es mayor, aunque para todos ellos estos inconvenientes tienen una gran compensación: que todo el mundo conozca su pueblo, tal y como defendió ayer el alcalde del recinto amurallado, Felipe Sánchez.

La implicación de los vecinos es tal que estos días van ataviados con vestuario de la época, porque quieren formar parte de la ambientación en todos los sentidos, además de convertirse en los mejores anfitriones posible, ya que desde el primer día las puertas de sus casas están abiertas para los artesanos, que encuentran en ellos una acogida que les marca positivamente.

Y por si eso fuera poco, durante el fin de semana preparan dulces caseros que pueden degustar los visitantes, al tiempo que informan sobre sus fiestas en las paradas que han instalado a tal efecto. Para Mascarell la feria es un acontecimiento «muy importante». Por eso este año reconocen que están un poco decepcionados, porque la empresa encargada de organizarla «no ha puesto artesanos en todas las calles, hay menos expositores y somos los primeros que lo hemos notado».

Según Felipe Sánchez, «estamos todo el año esperando estos días» por lo que a su juicio «es inevitable que se sientan afectados por este tipo de cosas».

Desestacionalización

Sin embargo, a pesar de todos los inconvenientes, el convencimiento del potencial de su pueblo vive en cada una de las casas enmarcadas por la muralla. Tanto es así que Felipe Sánchez insistió en que, a pesar de la relevancia que tiene la Feria Medieval para su promoción «lo que queremos es que Mascarell se conozca todo el año», porque para quienes viven intramuros, su pueblo tiene un atractivo propio más allá de los actos puntuales que se puedan celebrar a lo largo del año. Sánchez, explicó que «mi ambición es que se conozca a nivel nacional, por eso fuimos a Fitur y tenemos entre manos varios proyectos que se pondrán en marcha en breve», aunque no niega que la feria ha supuesto un impulso importante. «Pero hace falta ir más allá para conseguir que Mascarell sea el referente turístico que pretendemos», dijo al respecto.

Valores culturales, sociales, históricos y patrimoniales no les faltan. Así lo pudieron comprobar las miles de personas que aprovecharon ayer que la borrasca no acabó de descargar en esta parte del Levante para inundar las calles del pueblo, disfrutando tanto de los productos como de las atracciones, las representaciones, recreaciones y exhibiciones. Personas venidas de numerosos municipios de Castelló y más allá de las fronteras provinciales respondieron a la convocatoria, que viene avalada por el éxito y las buenas sensaciones de las ediciones anteriores. Por su parte el alcalde de Nules, David García, recordó que durante todo el año la oficina de Turismo ofrece la posibilidad de organizar visitas guiadas.