Vila-real cuenta ya con tres desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) que servirán para atender a cualquier ciudadano en caso de emergencia. Para ello, 25 funcionarios municipales han participado un curso en las dependencias de la Policía Local para formarse como operadores no sanitarios, donde han aprendido a realizar maniobras de recuperación cardiopulmonar y a utilizar el aparato.

Los tres DESA llegan cedidos por la Diputación de Castelló y se han distribuido entre el ayuntamiento, la Policía Local y el Auditori Municipal. La concejala de Sanidad, Silvia Gómez, asegura que esta medida es «muy importante, ya que puede ayudar a salvar vidas». Por ello, valora de manera muy positiva que la formación haya llegado a 25 trabajadores de la casa, ya que «cuantas más personas sepan utilizar los desfibriladores, más efectivo será el programa». Gómez destaca también la ubicación de uno de los aparatos en la planta baja del ayuntamiento, «un espacio donde cada día se congregan muchos vecinos para realizar gestiones y trámites», añadió la edil.