El Ayuntamiento de Borriana ha convocado una plaza de jefe de Servicios Sociales entre las críticas hacia la gestión del concejal responsable del área, Manel Navarro (Se Puede), de quien el principal grupo de la oposición ha asegurado que «para nada le preocupa su área».

El puesto vacante ha salido publicado pocos días después del rifirrafe que mantuvieron en el pleno del consistorio el propio Navarro con la edil del grupo municipal popular Chelo Suay, ya que mientras el primero aseguró sobre los 50 expedientes de dependencia en sus manos que «con el personal que tenemos estoy seguro de que esos expedientes van a salir adelante», Suay le informó de que «en este momento los expedientes están caducados».

La caducidad de los susodichos expedientes de dependencia se produjo por un silencio administrativo positivo y ante la pasividad de la concejalía frente a la Conselleria, e implica que a las correspondientes personas dependientes se les otorga un grado mínimo, con una valoración de 0 euros en ayudas.

Según el portavoz del Partido Popular en Borriana, Juan Fuster, «los presupuestos están teniendo capacidad para invertir en el área social y nos estamos encontrando en que el área social es la que menos inversión va a recibir en toda la legislatura», e insta a la utilización de los fondos FEDER para la rehabilitación del antiguo ambulatorio para acoger una oficina con suficiente capacidad para albergar un mayor número de funcionarios destinados a Servicios Sociales.

Necesidad de más técnicos

Además, Fuster asegura que «para sacar esta plaza han amortizado la del técnico», con lo que, pese a que considera necesaria esta convocatoria de jefe de Servicios Sociales, cree firmemente en la necesidad de al menos otros cuatro técnicos para evitar el amontonamiento de expedientes y mejorar la firma de convenios y la elaboración de informes.

Al respecto Manel Navarro aseguró que «la idea es dotar de más personal» al área social, y explicó que en una de las primeras reuniones del Acord per Borriana ya se estableció una futura reorganización para optimizar el trabajo en el área, con lo que, una vez inicie su labor la persona en el cargo, se llevará a cabo la reestructuración.

Pese a que estas nuevas contrataciones no estarían previstas en los presupuestos, Navarro ve posible una modificación de las partidas, y se escuda en la falta de contrataciones en que la tantas veces mencionada ley Montoro se lo impide.