Desde 1978, el CAU Castellón trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con autismo. A ese propósito se ha unido, a través del programa Endavant Igualtat, el Villarreal. En este caso es el juvenil del CD Roda quien lleva dos temporadas tejiendo una relación que va a más.

La historia la explican María Sales y Alba Rodríguez, del equipo directivo de la institución. El CAU tiene una escuela a la que acuden niños y niñas en edad escolar. En el proyecto Endavant participan los mayores, desde 21 años a 50. Los usuarios del centro de día acuden de 9 a 17.00 horas y realizan diferentes actividades y talleres. En la residencia viven los 365 días del año.

«Desde que el Villarreal nos ofreció la colaboración», explica Sales, «nos pareció interesante». «El año pasado lo tomamos como algo experimental y para ser el primer año fue muy bien». El propósito principal es «obligar a la interacción en todas las actividades, primero con sesiones muy estructuradas y luego menos estructuradas». Principalmente se trata de «juegos deportivos y lúdicos». Las visitas son de ida y vuelta. Recientemente los jugadores del Roda ayudaron a plantar arbolitos y plantas en el CAU. En la Ciudad Deportiva hubo sesión de Singstar y juegos de mesa, y también los alumnos han ido a ver partidos. «Siempre acabamos con una merienda. Nos sirve de refuerzo».

Los beneficios de la actividad son mutuos. «Nosotros trabajamos con un modelo que mide la calidad de vida del usuario», comenta María Sales, «y uno de los indicadores de esa escala se refiere a la gente que conocen. Solo la actividad en sí mejora la calidad de vida». Para un usuario del CAU, asomar a un mundo ajeno es asomar a una jugosa ventana al exterior. «Es una actividad que tiene mucha aceptación».

También es una experiencia enriquecedora para las promesas adolescentes del fútbol. «Primero vienen un poco asustados, pero al final se van encantados. Antes de empezar les damos una charla informativa. Una vez conocen a la persona que tienen enfrente se les va el miedo, y se van soltando, unos más que otros, pero todos acaban el año más sensibilizados».