El Grupo Municipal Popular denuncia las «trabas», cada vez mayores, a las que se enfrentan las asociaciones vecinales a la hora de realizar las actividades que repercuten en un fin social. A través de la Ruta Ciudadana -que ha llevado a la portavoz popular, Begoña Carrasco, y al concejal de distrito norte, Vicent Sales, a reunirse con la Asociación de Vecinos del Primer Molí-, «se ha puesto de manifiesto la preocupación que existe entre las asociaciones al ver peligrar su continuidad por la presión que ejerce, cada vez más, sobre ellas el gobierno municipal».

Según Carrasco, «el sometimiento a una normativa cada vez más compleja, y la falta de apoyo y de asesoramiento de quienes gobiernan, están llevando a las asociaciones a suspender, por primera vez, actividades que llevaban realizando durante años, como ha pasado en el Primer Molí». Según la edil del PP, «están exigiendo a los presidentes de las asociaciones vecinales la elaboración de Planes de Emergencia para actos que se celebran en la calle, haciéndoles responsables y condicionando este requisito a la celebración de cualquier actividad en la vía pública». PSOE y Compromís «están acabando con el asociacionismo vecinal obligando a las asociaciones de vecinos a convertirse en empresas y, acabando con la finalidad social para la que surgieron». Según Carrasco, «si hay que cumplir una normativa por seguridad hay que ayudar a las asociaciones para que puedan seguir desarrollando actividades que repercuten en la sociedad».