Un total de 491 socios, 43 trabajadores, 2.952 toneladas de producción agraria y 8,1 millones de euros de facturación. Estas son las cifras que la Cooperativa oleícola de Viver dio a conocer la pasada semana en su balance de 2017 en una asamblea en la que renovó también parte de su consejo rector. Una renovación de savia nueva y joven, con la apuesta por un nuevo presidente, David Carot, que afrontará con fuerza e ilusión su cargo para sacar en los próximos años nuevos retos.

Y es que tras 12 años como presidente y cuando la cooperativa registra una «salud de hierro», Ismael Sanjuán da un paso al lado para que entre la «ilusión y el empuje de la gente joven», a pesar de seguir siendo fiel a los valores de la cooperativa, que considera «fundamentales para la sociedad actual y con los que, a pesar de la crisis, han hecho que continuemos creciendo y creando puestos de trabajo todos estos años».

En estos últimos años, la cooperativa viverense ha dado un paso de gigante en cuanto a su apuesta por los retos de futuro y con la diversificación y la apuesta por los socios como bandera ha conseguido convertirse en la empresa referente de Viver y una de las más importantes del Alto Palancia. «Cuando entré en 2006 como presidente había 420 socios, 4 trabajadores, una facturación de 1,3 millones de euros y una producción agraria de 710 toneladas, las cifras ahora son muy superiores y esto ha sido, sin duda, fruto del trabajo y de la decisión de apostar por nuevos retos». Entre ellos, Sanjuán destaca la puesta en marcha del primer supermercado Chárter que «que la decisión más arriesgada que hizo la cooperativa por la fuerte inversión económica, pero, a la vez, la más acertada echando ahora la vista atrás».

Motivos del crecimiento

Desde la entidad no dudan de que la diversificación de la Cooperativa «y salir de la dinámica exclusiva de la producción del aceite fue fundamental para que hayamos crecido a nivel social, a nivel de proyectos, de creación de puestos de trabajo y para poner en valor la agricultura y luchar por la comercialización digna del producto», resaltó Sanjuán. En la actualidad, además de la producción de aceite cuenta con varios supermercados, su propia tienda en la cooperativa con gasolinera, trabaja en el asesoramiento a socios para mejorar sus plantaciones, apuesta por otros cultivos como la nuez y el almendro y continua con el proyecto Hortifrut, con la comercialización de hortaliza, entre otras cosas.

Como proyectos más inmediatos, la cooperativa tiene en mente estos próximos 4 años modernizar las infraestructuras de la almazara y crear un espacio bodega de venta y actividad apostando por atraer el turismo a través de las catas oleícolas y la enología. Un proyecto que comenzó hace un año con la producción de sus propios vinos, haciendo un homenaje a la que, hasta el principio del siglo XX con la llegada de la filoxera, fue uno de los cultivos más importantes de la comarca y apostando por la recuperación de la producción de la vid y de variedades autóctonas.