El Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castelló, a través de la concejala Salomé Pradas, ha valorado el nuevo escándalo en materia de contratación de personal que vuelve a poner en el foco de la polémica a Compromís y al concejal de Deportes, Enric Porcar, al conocerse la contratación de su primo para trabajar en el Patronat d'Esports, que el propio Porcar preside.

Pradas insta al concejal de Compromís, Enric Porcar, a que dé la cara y dé explicaciones a todos los castellonenses ante un posible nuevo caso de enchufismo en el área de Deportes. «Queremos conocer lo que tiene que decir el edil nacionalista tras hacerse público que el Patronat d'Esports, que Porcar preside, ha contratado a su primo como celador interino», señala Pradas.

La edil del PP recuerda que Porcar recurrió, en febrero de 2017, a la práctica del «dedazo» para colocar al frente de la gerencia del Patronat d'Esports a Francesc Rubio, también familiar lejano del concejal Enric Porcar, que ya representaba a Compromís en el Consejo Rector del Patronat d'Esports y que además, concurrió como suplente en las listas municipales de la misma formación política en 2011.

«Este nombramiento ya fue un escándalo porque quisieron revestir de democracia lo que es una «dedocracia», ya que se trata de una plaza de libre designación», matiza la edil popular.

Y añade: «Llama mucho la atención que un año después nos encontremos ante una nueva situación que podría confirmar un nuevo caso de amiguismo en la política de contratación de personal, nuevamente en Deportes. Es mucha casualidad que en materia de contratación, en las áreas que gestiona la formación nacionalista, siempre hay un familiar o persona afín beneficiada, que forma parte de sus listas».

Desde el Grupo Municipal Popular lamentan el silencio del concejal de Deportes, Enric Porcar, que ha declinado hacer declaraciones al respecto de esta nueva polémica que rodea a la formación de Compromís. «Las vacaciones no deben ser en ningún caso una excusa para huir de la polémica que ha vuelto a suscitar el descrédito de un gobierno bipartito, formado por PSOE y Compromís, incapaz de cumplir las promesas que en su día hicieron a los castellonenses», concluye Pradas.