Es una de las 22 peñas pioneras de Vila-real fundada en junio de 1979. «A los jóvenes hoy les cuesta entender que hay circunstancias que no se tienen en cuenta ni se piensa que podrían pasar, pero entonces sí porque veníamos de una dictadura» explicó José Pascual Colàs, presidente de la junta de fiestas y miembro fundador de la peña. El mero hecho de salir, ocupar la calle y hablar dos personas en una esquina «pasó de ser un acto temerario a una época mítica de liberación emoción y eclosión, no solo festiva sino social». El lema sobre el que nos erigimos las peñas es disfrutar de una nueva forma de disfrutar la fiesta.

El vestuario de las peñas comenzó siendo un pantalón vaquero arremangado, zapatos «de guitarró», camiseta blanca con un logo grande en el medio. Ahora consiste en unos vaqueros que se mantienen a lo largo de los años pero se ha complementado con un polo blanco que lleva el logo de cada una de las peñas en pequeño a la derecha arriba, «en el caso de la peña La Merla, la imagen es una bota de vino con la cabeza de una merla, los dos significados del nombre».

Las peñas pioneras siguen manteniendo el mismo logo, nombre y significado. «Era simplemente vivir la fiesta, el alcalde comprendió que había que abrirse a los nuevos tiempos y que las fiestas han ido evolucionando hasta hoy».

Este año «tenemos la edad que tenemos» y hay que «adaptarse» aseguró. «Cuando eramos jóvenes y tuvimos hijos en la peña llegaron a haber 50 niños, entonces hacíamos muchas actividades infantiles, ahora esos niños están por ahí casados y vuelven a tener hijos pero es todo diferente» explicó Colàs.

Este año se celebra el evento del basquet, esta tradición viene del 1981 año en el que «organizamos la 1ª Edición de las 24 horas de bàsquet, que hasta ahora, en las 24 ediciones anteriores, han sido organizadas por el Club Esportiu Bàsquet Vila-real».

La peña La Merla y Morapio tienen los casales de la localidad, esto respecto al futuro de esta peña tiene «mucha influencia». La planta baja de la unos edificios antiguos comprados por socios y miembros de la peña La Merla se ha convertido en un local nuevo inaugurado en 2006, fecha en la que paso a ser una sociedad limitada y que «hasta que el cuerpo aguante lo mantendremos y disfrutaremos ahí las fiestas».

Ahora las tradiciones han cambiado, «lo esencial se mantiene por supuesto», al preguntarle sobre el acto que nadie se puede perder «entiendo que los jóvenes hayan tenido un peso muy importante en cuanto a aumentar la programación en cuanto a las discomóviles y el jaleo, pero considero más atractivo otras cosas, no solo por la edad, sino porque realmente las fiestas son de la Mare de Déu, así que por supuesto que el día y los actos que no se puede perder nadie son en los que ella es la protagonista».

El alcalde en la comparecencia de la presentación del programa, remarcó el tema del descanso de los vecinos y de respetar la convivencia. «No comparto que en fiestas te pasees por la calle y te encuentres con tres casales de los cuales, de dos, ves a todos sus miembros fuera en la calle, con música elevadísima montando la fiesta», Colàs insistió en que hay que respetar más el descanso y hay que concienciar, pero como ha comentado Benlloch, no es tanto una cuestión de prohibir sino de que la gente se respete». Por ejemplo recuerda que el año pasado hubo una peña que tenía su propio escenario en la calle y justo en la calle paralela pasaba la procesión. «En ese momento nos acercamos y les pedimos que por favor se moderaran, y de hecho así lo hicieron, cuando pasó la procesión bajaron o pararon la música, es decir, no es tanto una cuestión de prohibir sino de pedir respeto».