La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, aseguró ayer en una visita a las obras de rehabilitación de La Pineda, en Tetuán XIV, que cuentan con una inversión total de 1,5 millones de euros, que la ejecución del proyecto para convertir el actual edificio en un centro de día para enfermos de Alzheimer, «se está desarrollando a buen ritmo lo que permitirá concluir los trabajos de la primera fase en diciembre, cumpliendo los plazos previstos, y comenzar ese mismo mes con la segunda, que prevé la construcción de un nuevo edificio anexo».

Marco destacó que este proyecto «es la obra de mayor peso social del actual mandato realizada por el Gobierno municipal con el objetivo de mejorar la atención a uno de los colectivos ciudadanos más vulnerables, los dependientes, y la calidad de vida de sus familias».

En la inspección, realizada justo un día antes de la celebración del Día Mundial del Alzhéimer, la alcaldesa estuvo acompañada de la vicealcaldesa, Ali Brancal; y de los concejales de Bienestar Social y Dependencia, José Luis López; y Urbanismo, Rafa Simó, además de varios miembros de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer, al frente de los cuales se encontraba Emilio Marmaneu.

La primera autoridad municipal puso de manifiesto que «La Pineda es importante y hoy podemos comprobar que para este equipo de gobierno es una prioridad abrir lo antes posible este centro que tanto ha reivindicado la asociación y es primordial sobre todo para los enfermos y sus familiares».

En este sentido, manifestó que la voluntad de los actuales gobernantes «choca de frente con las políticas del PP, que fue el partido que decretó el cierre de La Pineda en 21012 estando en aquel momento en el gobierno del ayuntamiento», además de referir que «este es otro de los proyectos enquistados durante muchos años que hemos heredado y finalmente hemos conseguido desbloquear».

Características del proyecto

Las obras de adecuación de La Pineda en esta primera fase han supuesto una inversión de 880.000 euros y el proyecto pudo ponerse en marcha tras la firma de un préstamo bancario de 6 millones de euros que pidió Marco para acometer inversiones municipales. La superficie construida total de esta primera fase es de 700 m². En la planta baja se distribuyen las zonas de conserjería y guardarropía y de dirección-administración junto al acceso principal, y la cocina, comedor y vestuarios para el personal se ubican en la franja posterior.

En la planta alta se disponen el resto de dependencias específicas del centro, como espacios para rehabilitación, estar, actividades y convivencia en la franja posterior, separadas entre ellas por particiones móviles que permiten utilizarlas como espacio único, y los despachos polivalentes, sala de tratamientos y curas, baño geriátrico y peluquería-podología en la primera crujía. Los servicios higiénicos para usuarios y trabajadores del centro se disponen de forma que quedan uniformemente repartidos a lo largo de todo el edificio.