El Villarreal, que se enfrenta este jueves al Almería en el estadio de los Juegos del Mediterráneo en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, tratará de conseguir un resultado positivo, aunque sus antecedentes no le permiten ser demasiado optimista ya que tan solo ha ganado en una de sus últimas siete salidas en este torneo.

El conjunto dirigido por Javier Calleja venció por última vez lejos de su estadio en noviembre de 2016 cuando se impuso al Toledo, conjunto de Segunda B, por 0-3 en el partido de ida de los dieciseisavos de final. Desde entonces, el equipo villarrealense ha sucumbido en sus tres enfrentamientos como visitante: la temporada 2016-2017 frente a la Real Sociedad por 3-1 y la pasada campaña frente a la Ponferradina, de Segunda B, que se impuso por 1-0 y el Leganés que venció por idéntico marcador.

Antes del triunfo ante el conjunto toledano también había encadenado otra racha negativa de tres derrotas consecutivas a domicilio: en la temporada 2015-2016 cayó frente al Athletic (3-2) en octavos de final y contra el Huesca (3-2) - Segunda B - en los dieciseisavos, mientras que en semifinales de la campaña 2014-2015 fue derrotado por el Barcelona en el Nou Camp por 3-1.

Una circunstancia que le ha obligado a intentar levantar dichas eliminatorias aunque solo ha sido capaz de hacerlo en dos ocasiones: Ponferradina la temporada pasada, se impuso en casa por 3-0 tras haber caído en la ida por 1-0, y el Huesca al que venció como local por 2-0 después de sucumbir a domicilio (3-2).