La cooperación y los proyectos solidarios parecen ser uno de los caminos en los que van de la mano los cinco grupos políticos del Ayuntamiento de Castelló. El pasado pleno dio luz verde, con el apoyo unánime de todos los concejales, al I Plan de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad 2019-2022, un documento que recoge meses de intenso trabajo entre ayuntamiento y ONG de la ciudad y que, a parte de realizar un diagnóstico de todo lo que se ha hecho desde el año 1995, da las claves para mejorar.

El concejal de Bienestar Social, José Luis López, mostró orgulloso en el pleno del pasado 29 de noviembre el plan, que mira al pasado, pero que marca el trayecto de presente y futuro que hay que tomar. Una de las claves, por supuesto, es el tema presupuestario, porque sin el respaldo de las administraciones resulta difícil que la labor de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

La meta a corto plazo es que el presupuesto de 2019, que podría rondar los 180 millones de euros, dedique el 0,3 por ciento a cooperación y solidaridad, lo que dejaría una cantidad de unos 540.000 euros, un montante ligeramente superior a la de 2017. Pero el Plan es más ambicioso, hasta el punto de que se marca el reto de conseguir que en 2022 ese porcentaje suba a ese 0,7 por ciento que tanto hemos escuchado en las últimas décadas, pero que pocas instituciones han conseguido cerrar. Esto supondría, si manejásemos un presupuesto para 2022 de 180 millones de euros, llegar a la importante cantidad de 1.260.000 euros, algo que sin duda se antoja complicado.

Hay varios datos para la reflexión de este plan, del que Levante de Castelló ya avanzó su contenido el pasado mes de enero. En 1995, la primera etapa del Ayuntamiento de Castelló en acciones integradas en Cooperación y Solidaridad, el presupuesto fue de 104.997 euros. La cifra se llegó a elevar en 2008 a 422.523 euros pero, de un plumazo, en apenas cuatro años, la cantidad se redujo hasta unos casi testimoniales 40.280 euros. Pero las sensibilidades, afortunadamente,están cambiando y, tras la tímida recuperación de estas cantidades desde 2013, la cifra volvió a dar un vuelco espectacular en 2017, con más de 400.000 euros 'solidarios, que se acercaron al medio millón en este 2018.

El diagnóstico también saca a la luz el trabajo de las ONGD de Castelló, en torno a 35, destacando que casi todas ellas subsisten gracias a los voluntarios. Con todo, varios son los retos del ayuntamiento: incrementar los recursos humanos para gestionar la Cooperación; una apuesta decidida por la consolidación de los fondos o le mejor coordinación entre áreas y negociados municipales. A ello se une el reforzar la Educación para el Desarollo -para transmitir valores en los colegios- y aprovechar el potencial de numerosas ONG en temas de salud gracias al papel de entidades como Medicusmundi Mediterrània o Ajuda Directa Safané en países como Burkina Faso.

También aparece como clave el poder aprobar ayudas cada dos años para que los proyectos no dependan de una sola anualidad, además de mejorar la «rendición de cuentas» ya que lo habitual era dar la subvención sin después realizar un seguimiento del proyecto desarrollado.