Compromís por Borriana muestra su «más enérgica repulsa ante unos hechos que nos deberían de sonrojar y avergonzar», en referencia a la agresión racista que sufrió un trabajador de la fundación Ángel Tomás de Borriana en un tren del Cercanías por parte de unos ultras del Spartak de Moscú, según denunció el viernes la propia organización social. La formación rechaza así «cualquier agresión y violencia, y más si esta viene motivada por afirmar la diferencia de color, raza, cultura, idioma, sexualidad o religión».

Según la coalición, el ataque se produjo este pasado jueve en la estación de Vila-real, cuando el joven trabajador de la fundación bajó del tren al terminar su jornada. Manifiesta que «una vez más, el fútbol ha mostrado la cara más amarga, triste y vergonzante que tiene: la de la violencia fuera de los estadios».

La fundación salesiana lamenta, además, que la agresión tuvo lugar «ante la mirada insensible de quienes contemplaban los hechos» y subraya que el motivo fue «simplemente el color de su piel». Compromís también critica «la falta de humanidad del resto de viajeros del Cercanías, que ni siquiera llamaron a la policía o a la seguridad de Adif».

La formación reitera su apoyo a la labor de la Fundación Ángel Tomás, «comprometida en todos sus ambientes educativos con los derechos de los niños y niñas, adolescentes, jóvenes y otros colectivos en riesgo de exclusión social». Una organización que «cada día trabaja por la inclusión social de aquellos más desfavorecidos, y en concreto con los menores», añade.

A partir de su ejemplo, Compromís per Borriana recuerda que trabaja con los valores de la igualdad, la solidaridad y el respeto. «La diferencia no es motivo de separación, más bien de riqueza; la diversidad es un enriquecimiento cultural y un bien social», reivindica, para apostar por la construcción de «una sociedad más justa, solidaria, diversa y plural; una sociedad donde no caben comportamientos xenófobos y racistas y donde la convivencia democrática es uno de los valores más preciados».

La coalición se compromete desde su «convicción y obligación como seres humanos y como institución», a trabajar por erradicar cualquier conducta discriminatoria y por «impedir que gane pensamiento y conciencia el egoísmo y la insolidaridad». En definitiva, «a trabajar hasta lograr cegar la xenofobia, el racismo y la intolerancia de la faz de la Tierra».

La fundación Ángel Tomás de Borriana, por su parte, reitera su denuncia a «cualquier forma de agresión y de violencia, especialmente si viene motivada por afirmar la diferencia de color, cultura, raza, religión».