Los resultados de las elecciones autonómicas en Andalucía, con la irrupción de Vox y el posible pacto de gobierno entre PP y Ciudadanos para apartar a los socialistas del poder, han dado sin dudas alas al Partido Popular, deprimido durante todos estos meses ante unas perspectivas electorales en la Comunitat Valenciana, y en Castelló, que parecían augurar cuatro años más en la oposición. Lo imposible, ahora, no lo es tanto, y así lo trasladó ayer el presidente provincial del PP en la provincia, Miguel Barrachina, quien, en un encuentro navideño con la prensa, se mostró convencido de que Vox será pieza importante de cara a las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019.

En este sentido, señaló que «si hace un año nos hubiesen dicho que el PP iba a presidir la Junta de Andalucía, nadie hubiese dado crédito», añadiendo por ello que nos asomamos a «un nuevo escenario en el que veo a Isabel Bonig más cerca de presidir la Generalitat y a Begoña Carrasco siendo la alcaldesa de Castelló».

Barrachina, acompañada por la propia Carrasco y varios diputados provinciales, reconoció por ello que con Vox en el tablero de juego «aquí también se pueden facilitar los cambios en las grandes ciudades, y sin duda es posible que nos beneficie».

Era también esperado que en el debate saliese la irrupción de nuevo en escena de Carlos Fabra, expresidente provincial del PP y de la Diputación, que este viernes presenta su libro autobiográfico «Fabra: y ahora qué?», en el que reniega de numerosos cargos del PP, entre ellos del propio Miguel Barrachina, a quienes acusa de traidores, entre otros calificativos.

Al respecto, sobre la posibilidad de que Fabra ataque al PP y se pueda significar públicamente por Vox de cara a las elecciones de dentro de cinco meses, y siga teniendo tirón entre el electorado castellonense, Barrachina recordó que Fabra ya estuvo al lado de Vox hace cuatro años «y el resultado fue el que fue», aunque aseguró respetar «las decisiones políticas de exmilitantes».

Sobre el libro en cuestión, se mostró reacio a la hora de valorar su contenido pese a que se les ataca a él y al actual presidente de la Diputación Provincial Javier Moliner. «Me deja indiferente», se limitó a decir Miguel Barrachina, quien sacó la cara por Moliner, «al que le tengo admiración y a quien echaremos de menos en la política».

Sobre las posibilidades de que haya un sorpasso de Cs al PP, el presidente de los 'populares' de Castelló se mostró convencido de que no tendrá lugar «porque somos el partido más querido de la provincia de Castelló».

Balance

Como balance, no ya del año, sino de toda prácticamente la legislatura,Miguel Barrachina quiso «dar la enhorabuena a los 523 alcaldes y concejales que de forma honesta, honrada y eficaz trabajan por esta provincia, mientras vemos como Compromís o el PSOE en Castellón, Vinaròs, l'Alcora, Almenara o la Vall sufren graves imputaciones e investigaciones».

Aprovechó también para realizar un análisis negativo del Gobierno del PSOE, de quien señaló que «ha demostrado que es malo para España y pésimo para Castellón», algo que cree que va a seguir con el inicio de 2019. «El próximo año se prevé oscuro con el anuncio unilateral de eliminación de la reforma laboral que ha permitido dar 30.000 oportunidades a 30.000 desempleados de Castellón, pero también el castigo a los 4.000 agricultores con sus 4.000 tractores o los 60.000 trabajadores de la provincia que van a pagar el capricho ecológico del socialismo del diésel», remarcó.