La Fiscalía de Castelló ha abierto diligencias para investigar unas supuestas agresiones a menores por parte de monitores de un comedor escolar en el CEIP Jaime Sanz de Peñíscola una investigación que se inició a partir de una información trasladada por cuatro monitoras del mismo centro, según ha podido saber Levante de Castelló.

Los hechos se remontan al año 2014 cuando coincidiendo la llegada de una nueva directora también se incorporó nuevo personal al servicio de monitores, adjudicado a la empresa Servalia. Dos de las trabajadoras, monitoras del comedor, observaron lo que califican de «actuaciones desproporcionadas de sus compañeros» y se lo comunicaron a la directora. Ésta alegó entonces que se trataba de un malentendido, lo que impulsó ambas a grabar el servicio de comedor para documentar los maltratos.

Los abusos se centraban en castigos físicos, cachetes, torceduras en brazos, empujones o en arrastrar a algunos alumnos por el suelo, gritos, insultos y maltrato psicológico, como lanzar al suelo con gran estruendo bandejas de metal para ensordecer a los alumnos; subir a una mesa al niño que no quería comer para que el resto se burlase de él, aislar en la cocina al alumno, lugar en el que existen productos tóxicos y peligrosos, o sentar al niño en una trona de bebé y colocarlo en medio del comedor para que el resto se burlase de él.

Tratos abusivos que, aunque no todos los monitores infringían, sí eran presenciados y no corregidos por el resto, según relataron a este diario. El colegio y la empresa encargada del servicio de comedor en 2016, Servalia, eran, por tanto, sabedores de los malos tratos. El resultado fue que una de las monitoras dejó su empleo y se hizo un cambio de monitores. Algunos de infantil pasaron a primaria.

Durante el pasado curso volvieron al comedor de infantil los monitores que salían en las grabaciones. Esta fue la causa de que las monitoras acudiesen a la Conselleria de Educación de manera oficial.

La monitoras explicaron que con la incorporación de un nuevo monitor se continuaban sucediendo los episodios de tratos inadecuados. Es más, al iniciarse el actual curso 2018-19, cuando se hace el reparto de grupos, uno de los monitores que salía en las grabaciones fue adscrito al grupo de P3.

Las denunciantes trasladaron después a la Fiscalía Provincial de Castelló todo el material el que disponían, que abrió Diligencias de Investigación Penal y ordenó a la policía judicial que acudiera al centro educativo e investigara a los monitores.