Sin Asenjo, la historia hubiera sido muy diferente. El portero del Villarreal, después de haber superado mil y una batallas, después de haber sido dado por muerta tantas veces por sus problemas de rodilla, volvió a ser ayer el más destacado de un equipo incapaz de encontrar su punto de inflexión. El palentino, con algunas intervenciones soberbias en el segundo tiempo, rescató un punto en Ipurua ante un Eibar al que sólo le faltó el gol para completar un gran partido.

La cuestión es sumar, ya se pensará en otro momento en cómo se juega. Así lo hizo ayer un Villarreal que esperó su momento, pero no pudo aprovecharlo. Con 17 puntos a un partido para que acabe la primera vuelta, el submarino sale del descenso, pero si hoy gana el Athletic regresará al pozo.

La primera mitad se escapó en una continua espera para el Villarreal. Más allá del tempranero disparo de Fornals, que detuvo Riesgo, el submarino se encastilló en su campo, obligado a poner la pierna fuerte para conjurar los intentos ofensivos locales.

El partido calcó, en la segunda mitad, el plan desarrollado en la primera. Arrancó el duelo con una ocasión para el Villarreal, que no pudo concretar Gerard, pero, espoleado por esta acción, el Eibar reaccionó haciéndose de nuevo con el control del esférico.

Los pupilos de Mendilibar acumularon ocasiones, pero se toparon con un inmenso Asenjo. El Villarreal seguía en modo de subsistencia.Además, en el minuto 64, Riesgo desbarataba esa ocasión buscaba el Villarreal. Una contra guiada por Gerard, encontró a Cazorla sólo en la banda izquierda, encarando al portero eibarrés. Pero, cuando ensayaba el recorte, Riesgo le rebañó el balón al asturiano y le hurtó el disparo.

La apuesta por Trigueros y Toko Ekambi no despertó al Villarreal. El cansancio y las prisas abrieron el partido en su cuarto final, pero el Villarreal demostró de nuevo su incapacidad para imponerse. En el 88, con Bacca como hombre referencia por Gerard, una transición rápida dejó al colombiano sin marca en el área. Disparó escorado desde la derecha, pero Riesgo estuvo atento.

En ese correcalles final, el Eibar desperdició un par de ocasiones más. Primero fue Kike García, en el minuto 83, cuando intentó superar por arriba a un Asenjo a media salida. Pero el palentino sumó una nueva buena intervención. Y ya al filo del minuto 90, Orellana robó a Pedraza y se metió en el área como Pedro por su casa. Cedió atrás para que Escalante anotara, pero Funes Mori, bajo palos, despejó el balón.