No, aunque el niño tenga gripe y la fiebre no le baje de los 37.5 o 38 grados pese a los antitérmicos, no hay que salir corriendo a Urgencias. Es el mensaje lanzado por la Sociedad Valenciana de Pediatra (SVP) en un momento en el que la enfermedad está causando verdaderos estragos entre los más pequeños y tanto los centros de salud como los hospitales valencianos están saturados.
Según los últimos datos de incidencia de la gripe, la semana pasada la Comunitat Valenciana entró en epidemia con una tasa de 118 casos por 100.000 habitantes que casi se triplican si hablamos de menores de 4 años, con una tasa que supera los 320 casos por 100.000 habitantes.
Ante este panorama (y con unas 100 visitas al día motivadas por la gripe), desde la Sociedad de Pediatría han recordado que, como en los adultos, para afrontar la enfermedad solo se pueden controlar los síntomas «con analgésicos» y dejar que el «organismo del niño controle la enfermedad en cinco días» y que no siempre hay que salir corriendo a Urgencias.
Los especialistas destacan, de hecho, que el miedo de los padres a la fiebre provoca muchas visitas innecesarias a los servicios de urgencia. La fiebre «suele generar un cierto grado de ansiedad en las familias, lo que, en muchas ocasiones, acaba saturando tanto las urgencias pediátricas como las consultas de Atención Primaria», explica la doctora Mara Garcés, miembro de la Junta Directiva de la SVP. Según la especialista, hay que tener en cuenta que la fiebre es común en la gripe y que responde ante los analgésicos.
Así, «es normal que el niño mantenga temperaturas que no bajen de 37,5-38 grados a pesar de la medicación. Si se trata de un niño sano, sin enfermedades asociadas, que mantiene un buen estado general a pesar de la fiebre, no es necesario acudir a urgencias», asegura la pediatra. Solo si existe un empeoramiento del estado general, somnolencia excesiva, vómitos que no ceden, fiebre que dura más de 5 días o dificultad respiratoria, «sería conveniente que el niño sea evaluado por su pediatra para descartar complicaciones», añade.
Los bebés, los de mayor riesgo
En estos casos, los pacientes de mayor riesgo son sobre todo los menores de 1 año, «que por su condición de inmunidad más inmadura tienen mayor riesgo de complicaciones y son a los que los pediatras prestamos más atención», apunta la doctora Garcés. Por otro lado, la gripe predispone a mayor riesgo de enfermedades producidas por la bacteria neumocócica. «Por fortuna, casi todos los niños de nuestro país están vacunados frente a este patógeno, lo que los protege del riesgo de desarrollar neumonía u otitis, que son las complicaciones más frecuentes en niños», sostiene.
Desde la SVP se recuerda que la vacunación es el único modo de prevenir la enfermedad. De hecho, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda la vacunación antigripal en niños con patología crónica.
