Pasan y pasan las jornadas y el CD Castellón sigue ahí abajo, en descenso. Además, esta semana toca soportar ver la clasificación con el equipo de la capital de la Plana siendo colista. Es la séptima ocasión en la que el conjunto albinegro cierra la clasificación. Ayer el central navarro Eneko Satrústegui llegó a decir que «ahora, cada vez los partidos son más finales», así que nada más se puede añadir. Lo del domingo contra el Teruel en Castalia (17.15 horas) es algo más que una final.
El fin de semana fue negativo para las aspiraciones del Castellón. No se ganó en el campo del Ebro, como ha sucedido en el resto de salidas, y en esta ocasión los rivales más directos tuvieron su día. La salvación se queda a cuatro puntos y recortar la diferencia no será fácil. El conjunto capitalino se ha reforzado, pero los rivales de abajo no se han quedado con los brazos cruzados. Por eso será tan complicado abandonar las plazas de descenso a no ser que se encadenen dos o tres triunfos consecutivos.
«Estamos bastante jodidos porque el fin de semana fue malo para nosotros. Ganaron los de abajo y nosotros solo empatamos. Toca centrarse en el siguiente partido en casa. Ahora recibimos a un rival directo y hay que ganar sí o sí», destacó Satrústegui. El central habló de «salir a muerte a por los tres puntos» y que en lo que resta de temporada «hay que salir a competir al máximo, tanto en casa como fuera».
Ahora solo vale pensar en el Teruel, en ganar esos puntos para cercarse a la salvación. Y no cabe la menor de las dudas que la afición tendrá su protagonismo. La grada aún no puede marcar goles y ha quedado demostrado que, a pesar de que se roce el lleno en el feudo, muchos equipos han salido inmunes con la presión ambiental y con uno o tres puntos en el bolsillo.
