Toni Cantó, que aspira a ganar las primarias de Ciudadanos para ser el candidato a la Generalitat Valenciana, redujo ayer su presencia en Castelló a un acto interno con los militantes en la sede de la calle Gaibiel. El hermetismo respecto a su visita, sin hacer declaraciones públicas, contrastó con la espontaneidad y apertura de su anterior estancia en la capital de la Plana, cuando en un desayuno de trabajo celebrado en el Real Casino Antiguo el 17 de diciembre de 2018 anunció su intención de ser cabeza de cartel de la formación naranja.
La presencia de Cantó, que reunió a numerosos cargos públicos y orgánicos de Cs, estuvo marcada por la división interna en la agrupación local a propósito de la elección del alcaldable y la elaboración de las listas con vistas a las comicios de mayo.
Como viene informando Levante de Castelló, las bases cuestionan la valía de Jesús Merino como candidato a la alcaldía de Castelló. El neurocirujano, que negocia con la formación desde hace semanas, plantea varias condiciones para liderar a Ciudadanos en la capital de la Plana. Entre ellas, tener una dedicación parcial, para así poder compaginar el cargo de concejal con su profesión en el General y Hospital Jaume I, y nombrar a los cuatro siguientes de la lista.
Diferencias en la junta
Estas exigencias no terminan de convencer a un amplio sector de la militancia. Incluso, existen divergencias en el seno de la junta directiva local, ya que, ante la imposibilidad de realizar unas primarias [la agrupación posee menos de 400 afiliados], será la dirección autonómica la que tendrá un especial protagonismo a lo largo del proceso. Algunas voces apuntan a que habrá consenso y sintonía con València, pero otras se muestran muy escépticas visto el poco interés por conocer la opinión de Castelló.
En el acto de ayer de Cantó, además de la actual portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de la capital de la Plana, Cristina Gabarda, acudió la diputada provincial, Cristina Fernández. Ambas mantienen una disputa por controlar la agrupación local. De hecho, la rivalidad viene de atrás, cuando las dos pugnaron por liderar el partido en la diputación.
El hecho de que Gabarda esté pensando más en encabezar la candidatura autonómica, habría dado cierta ventaja a Fernández, principal valedora de Merino, cuya cercanía con el entorno del PP genera todavía más dudas en la militancia.
