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Movilización

Miles de citricultores exigen a la UE que suspenda los envíos de Sudáfrica

Nules y Benicarló celebran manifestaciones multitudinarias y exigen a la UE que actúe contra la competencia desleal de terceros países El sector advierte de que el 20 % de los huertos están abandonados y reclama ayudas para los afectados

Una nueva oleada de protestas del sector citrícola recorrió ayer de norte a sur de la Comunitat Valenciana. Este movimiento nació en Castelló y ha concitado el apoyo de 103 ayuntamientos de las tres provincias valencianas y del sur de Tarragona, además de la población francesa de Nyon y la italiana de Puente de Sant Martín. Diez municipios de València y Castelló fueron el epicentro de las manifestaciones a las que sumaron citricultores y vecinos de otras poblaciones de sus respectivas comarcas. Nules y Benicarló fueron las cabeceras de las marchas de la Plana Alta y Baix Maestrat respectivamente. Un río de gente censuró la competencia desleal de Sudáfrica y de los países del hemisferio sur y exigió a la Unión Europea que suspenda sus importaciones hasta que se revisen sus acuerdos comerciales.

El sector protagonizó por la tarde la tercera movilización desde el mes de enero con los productos de Sudáfrica de nuevo en el punto de mira. Consideran que la liberalización de las importaciones que ha propiciado el tratado firmado con la UE en 2016 ha saturado los mercados europeos y ha llevado a la ruina a los productores castellonenses y valencianos. Un informe de la Conselleria de Agricultura constata el impacto de los envíos de dichos países al poner de manifiesto que el incremento de los pedidos en el último año de Sudáfrica, Egipto y Turquía equivale a la cosecha perdida de clemenules (190.000 toneladas, el 34,6 % del total).

La plataforma per la Dignitat del Llaurador de Castelló se constituyó en 2017 contra el acuerdo de Sudáfrica con la participación de 15 ayuntamientos de la Plana, cooperativas, organizaciones agrarias y regantes. En este ejercicio ha logrado ampliar sus reivindicaciones a València, Tarragona y Alicante.

Nules, capital de la clemenules, celebró la manifestación más multitudinaria de las dos convocadas en Castelló. La organización preveía una afluencia de en torno a 9.000 personas. Para ello se fletaron autobuses desde Vila-real, Almassora, la Vilavella, la Vall d'Uixó, Moncofa o Borriana, entre otras localidades, a los se unieron ciudadanos de la comarca llegados en coches particulares. Una marea de chalecos naranjas llenó la plaza del ayuntamiento del municipio. Los asistentes portaron una multitud de pancartas en las que se emplazaban a la UE a respetar «la dignidad» del sector. Benicarló congregó a los citricultores del Baix Maestrat y recibió a cerca de 600 manifestantes y repartió naranjas en señal de protesta.

Manifiesto

En las dos localidades castellonenses, así como en otras ocho de las comarcas valencianas, se leyó un manifiesto que instan a la UE a «suspender las importaciones procedentes de países terceros hasta que se revisen los acuerdos comercial, se estudien cómo afectan a las producciones europeas y se garanticen unas relaciones comerciales equitativas y con garantías absolutas de la sanidad de los cultivos europeos». Los citricultores consideran que «ahora no se cumplen las condiciones imprescindibles para que los acuerdos económicos con terceros países no afectan económica, social y medioambientalmente a nuestro territorio».

Entre otras medidas, insisten en reclamar a la UE que obligue a impulsar el tratamiento en frío en las importaciones de otros países que tienen declaradas plagas, que se impongan las mismas exigencias que otros estados establecen para las exportaciones españolas y que se extremen «los controles a las producciones citrícolas importadas de países terceros, con un registro común de inspección fitosanitaria unificada e independiente para todos los puntos de entrada de la Unión Europea».

Los citricultores urgen a la UE y al Gobierno a impulsar ayudas públicas para los afectados. La plataforma per la Dignitat alerta que el 20 % de los campos de Castelló están abandonados.

Foro citrícola

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, afirmó que no se trata de hacer «más performances» sobre la crisis citrícola sino de avanzar realmente en la solución del problema y que los agricultores tengan las rentas que se merecen. Puig pidió no hacer más demagogia con esta cuestión y «llegar a todos los frentes» ya que no es únicamente un problema causado de importaciones sino de impedir que entren cítricos con productos fitosanitarios no controlados porque podría dar lugar a plagas. Indicó que la Generalitat ha planteado a Bruselas la creación de un observatorio permanente de frutas y hortalizas con el fin de tener datos por si fuera necesario hacer efectiva una cláusula de salvaguarda.

Puig recordó que este fin de semana se celebrarán unas jornadas citrícolas en la Comunitat en las que participará todo el sector y a las que asistirá el ministro de Agricultura, Luis Planas.

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