Corachar es un pequeño municipio localizado en la Tinença de Benifassà que cuenta con muy pocos vecinos a lo largo del año. A esa tranquilidad que se respira en este espacio de la comarca del Baix Maestrat se le ha sumado ahora un elemento que ha añadido más magia a este entorno de la Tinença: las casas de la abuela de Caperucita Roja y la de la bruja de Hansel y Gretel.
La pareja compuesta por Manuel Rodríguez y Mila Orosia son los que han impulsado este proyecto y, como ellos mismos indican, su familia ya es de cuento: se encontraron cuando ambos ya tenías hijos y han formado una familia reconstituida con cuatro hijos, José de 25 años, Unai de 13, Pau de 9 y Abril de dos años y medio.
Manuel es un emprendedor nato, su formación viene del campo de la electricidad y la topografía y actualmente trabaja en dicho sector. Mila por su parte, es escritora y cuentacuentos. Formada como educadora infantil, trabajadora social, mediadora y docente con inteligencia emocional y social. La vena emprendedora de Manuel y la vinculación con la infancia de Mila fueron los dos ingredientes con los que lograron esa «pócima mágica» y pusieron en marcha «El Espejito, Casas de Cuento».
Como comenta Mila, el cuento de Caperucita Roja «es el más versionado por excelencia» y el de Hansel y Gretel «podía ser muy atractivo poder dormir en casa de una bruja». Y fue así como escogieron los dos cuentos que se recrearían en las casas rurales. En cuanto al lugar para implantar este mágico proyecto, el camino les llevó hasta Corachar, en la Tinença de Benifassà. A las dos casas se accede tras un precioso paseo a través del bosque «y con ello el visitante ya puede adentrarse en los cuentos», añade Mila.
Las casas están inspiradas en el cuento al que representan e intentan ser fieles a su memoria, con algunos toques renovados. Así, cada casa cuenta con la decoración acorde al cuento y está repleta de pedazos de cuentos en diferentes versiones colgadas en los cuadros y en cada rincón. Disfraces para niños y adultos, una cocinita para los niños al lado de la de los adultos, una biblioteca para leer el cuento, cuentajuegos y un jardín privado son algunos de los elementos que logran transportar al visitante a ese mundo mágico de los cuentos clásicos.
