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Urbanismo

Castelló prevé aprobar en un pleno en abril la nueva versión del Plan General Estructural

El documento debe resolver las 525 alegaciones que se presentaron en su día e incorporar las últimas recomendaciones de la CHJ El ayuntamiento tramita de forma paralela el Plan de Ordenación Pormenorizada, con plazos aún más largos

Panorámica aérea de la ciudad de Castelló vista desde el norte Levante-EMV

El nuevo Plan General de Castelló va dando pasos, más lentos de los que desearía el equipo de gobierno, para dotar a la ciudad de un planeamiento urbanístico que lleva años en el limbo tras las diferentes sentencias que anularon el que diseñó el Partido Popular en 2000. El objetivo ahora es llevar a abril, previsiblemente en un pleno extraordinario, una nueva versión del Plan General Estructural (PGE) una vez escuchadas y atendidas las alegaciones, tanto de particulares como de administraciones. Eso sí, queda claro que el mandato expirará el 26 de mayo sin que el documento definitivo, el que debe incluir tanto el PGE como el Plan de Ordenación Pormenorizada (POP), pueda ver la luz, como ese era el deseo de PSPV y Compromís, antes del nuevo proceso electoral.

El concejal de Ordenación de Territorio, Rafa Simó, ha confirmado a Levante de Castelló que están en contacto permanente con la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para resolver las últimas correcciones y proponer así una nueva versión del Plan general Estructural, al que se presentaron un total de 525 alegaciones. Las dos fases de exposición pública, tanto de la ordenación general como la detallada, suman 923 alegaciones, una cifra muy por debajo de las más de 5.000 que se presentaron al Plan General del año 200.

Sobre el pleno previsto para este mes de abril, se trataría de la resolución de alegaciones del PGE, con una nueva versión nueva versión para incorporar los cambios de las alegaciones y de los informes sectoriales. Con ello, este documento se remitirá posteriormente a la Conselleria de Medio Ambiente para elaboración del informe ambiental. «En futuro, cuando la conselleria emita informe ambiental, desde el ayuntamiento se realizarán los cambios que propongan y se expondrá nuevamente al público», explica el edil.

Después de esa exposición pública se resolverán otra vez las alegaciones -que en este caso no se espera que sean sustanciales- sustanciales- y se elevará a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio para su aprobación definitiva. En paralelo a todo este proceso referido al PGE se va tramitando el Plan de Ordenación Pormenorizada con la resolución de alegaciones y el informe de conselleria,, que tendrán que contar a su vez con una segunda exposición , siempre debe ser posterior a la aprobación definitiva del Estructural.

Fue el pasado mes de septiembre cuando el Ayuntamiento de Castelló puso en circulación su Plan de Ordenación Pormenorizada (POP), la segunda pata del proyecto para definir el urbanismo de los próximos 20 años. El POP, que define al detalle qué se va a realizar en cada barrio de la capital, tiene una filosofía clara: huir de los grandes desarrollos urbanísticos y cohesionar las zonas ya existentes, consolidando los barrios y completando los «vacíos» que hay en la trama urbana.

Crecimiento estancado

Tal y como recoge la memoria del POP, las perspectiva es que el crecimiento de la población quede estancado, «por lo que no necesitamos ordenar grandes superficies de suelo para crecer». Frente a ello, el diagnóstico es claro: «En nuestra ciudad hay muchas zonas con déficit de dotaciones y/o espacios públicos, o con una urbanización incompleta o inadecuada a las necesidades de la población que los habita». Por ello, «el principal objetivo del Plan de Ordenación Pormenorizada es elevar la calidad de los espacios urbanos para que se conviertan en espacios de relaciones vecinales».

El POP, entre otras cuestiones, recoge la necesidad de reservar un mínimo del 30 % de la edificabilidad residencial para viviendas de protección pública (VPP) en suelo urbanizable y del 10 % en las unidades de ejecución en suelo urbano, lo que se traduce en unas 3.333 VPP. En la actualidad se estima que hay unas 68.917 viviendas en la capital de la Plana, por lo que esas VPP supondrían el 4,7 % del total.

Respecto a las zonas verdes, se plantea llegar hasta los 2,5 millones de metros cuadrados. Para una población estimada de 225.000 habitantes en el año 2033 eso supondría 10 m2 de zona verde por habitante, cifra que supera el mínimo exigido.

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