El Proyecto de Actuación Integrada Doña Blanca Golf de Torreblanca está cada vez más cerca de convertirse en realidad tras más de 14 años de incertidumbre y paralizaciones. El Consell confirmó ayer su visto bueno para la construcción de la subestación que dotará de electricidad al proyecto y que era uno de los requisitos indispensables para poder seguir adelante con Doña Blanca.
El organismo autonómico otorgó los informes favorables de impacto ambiental y patrimonio que autorizan a su construcción. La instalación tendrá un coste de 3.640.349 euros que será asumido de manera íntegra por los diferentes propietarios.
El PAI Doña Blanca Golf está impulsado por una Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) que integran diferentes propietarios de los terrenos y que reúne al 65% de la propiedad. Entre ellos se encuentran la Sareb -más conocida como el 'banco malo'-, el Sabadell, Facsa, Promociones Castellonenses, Altamira, Grupo Diez y la Urbanizadora Torremar, que es el anterior agente urbanizador con el que el ayuntamiento rescindió el contrato por la parálisis del concurso y que se encuentra en concurso de acreedores.
El proyecto incluye en total una superficie de 1.910.254 metros cuadrados. En su plan inicial, de hace más de una década, se dividía en un campo de golf de 18 hoyos de más de 600.000 m2 y en superficie urbanizada el resto del espacio, que incluía hoteles, viviendas, centros comerciales y zonas verdes.
La infraestructura eléctrica está previsto que se licite en los próximos meses tras la firma del convenio entre el consistorio y los propietarios. No obstante, para ello el ayuntamiento ya dispone del acuerdo con Iberdrola que será delegado después de la AIU.
La alcaldesa de Torreblanca, la socialista Josefa Tena, se mostró optimista con el avance del PAI: «Esto demuestra que el proyecto del PAI Doña Blanca Golf está más vivo que nunca», aseguró la munícipe al respecto.
La primer edil, al igual que el resto de alcaldes hasta la fecha que han intentado impulsar sin éxito el PAI, destacó su impacto económico para la localidad. «Podemos decir que está más cerca de hacerse realidad, una realidad que dará a Torreblanca el empujón económico que tanto esperamos», añadió Tena.
Cabe destacar que la aprobación por parte de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio del Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral de la Comunitat Valenciana, más conocido como Pativel, a finales de 2018 reactivó el desarrollo del PAI al otorgar una única moratoria de cinco años para la aprobación de los proyectos que se encontraban sin urbanizar, como es el caso de Doña Blanca, y de otros cinco años más para ejecutar su urbanización.
Es decir, el año 2028 sería la fecha límite para que Doña Blanca Golf sea una realidad o quede para siempre en los cajones.
Este proyecto tiene un coste aproximado de 50 millones de euros y ha sido impulsado de nuevo por el equipo de gobierno de la localidad no de forma unánime, ya que provocó, por ejemplo, la división de la agrupación local de Compromís, que se opone a la iniciativa.
