La intervención que realizó el presidente de la Federació de Colles, Pepe Beltrán, en el «sopar de colles» del lunes de Magdalena sigue coleando. El colectivo El Margalló publicó tras el acto un escrito en el que tildó de «partidista» su discurso y lo consideró inconveniente para un cargo que representa a todo el tejido de collas.
Fuentes de Margalló aseguran que ahora ultiman un manifiesto en el que pedirán la dimisión del dirigente de la Federació por su parlamento «partidista y manipulador». Aseguran que una decena de collas ya se han adherido y que esperan llegar a las 30. La ciudad cuenta con cerca de 250 collas federadas. Pepe Beltrán cuestionó el nuevo nombre oficial de la ciudad -Castelló- mientras lamentaba los problemas registrados por los carros engalanados en la Tornà de la Romeria.
«El món de la festa y la ciudad no se merecen que nos tomen el pelo de esta manera y que no seamos capaces de reaccionar como toca. Las entidades que nos representan han de ser neutrales a la hora de manifestarse y cumplir con la legalidad institucional. Hoy, el nombre de la ciudad es Castelló y lo es porque una institución democrática ha tomado democráticamente esta decisión. Si no se está de acuerdo habrá que cambiarlo democráticamente, no intentando manipular desde un micrófono en un sopar de colles de las fiestas de la Magdalena», afirmó en la carta que facilitaron desde la colla El Margalló la semana pasada.
El presidente de la Federació, por su parte, restó importancia en ese momento y subrayó que sobre todo se dedicó a reivindicar el papel de los carros engalanados. Beltrán espera mantener una reunión con la Junta de Festes y el Patronat para estudiar la posible redacción de una normativa que regule de manera definitiva a estos vehículos.
