En Benicarló existe un restaurante que comparte nombre con el dios de la mitología romana, Neptuno, en el que la cocina mediterránea alcanza un nivel divino. Víctor y Jesús Gaspar López Altamira están al frente de este establecimiento familiar que, con los años, se ha convertido en un referente comarcal de la comida mediterránea. Este año, precisamente, se cumplen 42 años desde que abrió sus puertas. Pero la historia familiar, como todas, contiene aquellas casualidades que pueden cambiar toda una vida. Y esta está ligada en sus orígenes con el rodaje de la película El Cid en Peñíscola. El padre de ambos restauradores, de Castelló, se trasladó a la Ciudad en el Mar para formar parte del equipo que daba de comer a los internacionales actores del rodaje de la conocida película. Y fue allí donde conocería a su futura mujer.
El matrimonio regentó el Solet, en el castillo, y el Rte. Bahía. Aunque cuando sus hijos tenían 6 y 4 años se trasladaron a Benicarló motivados por uno de los centros educativos de la localidad. Fue entonces cuando les tentó hacerse cargo de uno de los establecimientos del municipio también costero que se encontraba abandonado. Tanto llamó su atención que lo adquirieron. Como señalan Víctor y Jesús, la familia proviene de una profunda tradición hostelera. «Nuestra tatarabuela era de Castelló y regentaba la Fonda Britania, justo en el centro de la ciudad, junto al Mercado, a la que iban todos los arrieros, allí comían y dormían». Parte de la familia también estuvo al frente de El Cid y el Miami, en Benicàssim.
Aunque al principio costó esfuerzo, el Rte. Neptuno prosperó. Con el tiempo, ambos jóvenes se formaron en la escuela de hostelería de Castellón Costa Azahar y se integraron en el negocio familiar. Víctor está al frente de los fogones, y Jesús Gaspar dirige el comedor. «Nos hemos criado en el restaurante, y decidimos quedarnos y ayudar a nuestros padres».
25 años como responsables
De hecho, este año se cumplen 25 años desde que son ellos los responsables del negocio. Víctor destaca que dentro del mapa gastronómico el restaurante siempre ha sido familiar, «nos ha costado mucho, hay que ser constante y luchar continuamente para mantenerte con lo que te gusta ofrecer a los clientes, que son calidad y productos de primera y una concina que conjugue tradición e innovación». «Trabajamos con productos km 0 y con un precio asequible al bolsillo de la gente», explica Víctor. El producto es fundamental, «productos de mar y tierra de aquí». Como jefe de cocina Víctor comenta que cuando más se sufre es con la responsabilidad ante los fogones en días de acumulación de trabajo, como la Festa de la Carxofa, la temporada estival o la Navidad, «quieres que todo salga bien». Jesús señala, «más vale dar de comer bien a 4 que de cualquier manera a 10, nosotros queremos trabajar bien».
Víctor señala que la alcachofa ha sido un regalo para la restauración, «en febrero tenemos temporada alta, es exagerado porque entre semana vienen gente de la localidad, y en fin de semana se llena con gente de fuera».
Aunque les cuesta algo de esfuerzo porque «no somos de postureo», por el restaurante han pasado los Hermanos Torres, en dos ocasiones. En una de ellas comieron chipirones con alcachofa y ajos tiernos, aunque Mecano, El Último de la Fila, Los Inhumanos, Sau o Inmaculate Fools también han probado algunos de los platos elaborados por el restaurante Neptuno. Grupos que tenían conciertos en una pista cercana al restaurante y que posteriormente pasaban para cenar algo en el Neptuno. «El padre de Manolo García es de Ferez, y nosotros teníamos un camarero de allí, y el cantante paso a comer y a saludarle». «Aquel día se acercaron todos los de Ferez de Benicarló, unas 15 personas, a saludarle», añaden.
