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Las dificultades del artista fallero

Cuatro artistas han abandonado la profesión en Borriana como consecuencia del poco apoyo económico que reciben

Tras poco más de dos semanas del fin de las fiestas josefinas celebradas en Borriana se han comenzado a registrar las primeras bajas de artesanos. Hasta cuatro artesanos han decidido no continuar con el trabajo de construir fallas debido, principalmente, al poco apoyo económico recibido.

En primer lugar destacar que en los últimos años de fiestas josefinas, los ciudadanos censuran a las comisiones falleras por el montaje de grandes carpas y de monumentos cada año más pequeños. A este respecto, los artesanos denuncian estar trabajando con presupuestos de hace quince años, siendo el monumento fallero lo más importante de la fiesta. Y es por ello que da la sensación de que a nadie le preocupa la situación del artesano, que no puede cubrir el presupuesto anual por más contratos que firme.

Quienes abandonan esta profesión son artesanos muy considerados y muy competentes, sin embargo su trabajo no se valora y no se pueden permitir vivir de las fallas. Este apartado, el de abandono, es tan preocupante como la falta de atención que están teniendo los políticos de la Comunitat Valenciana hacia las fallas.

El problema no está solamente en la capital de la Plana Baixa ya que los artesanos de Borriana trabajan prácticamente para todas las ciudades que plantan falla en la Comunitat Valenciana, incluyendo la categoría especial de València.

Debido a la situación por la que pasa el sector, actualmente cuando a un artesano fallero le sale la posibilidad de cambiar de trabajo no lo piensa y «abandona las fallas», ello es una clara muestra de la fragilidad que hoy en día se puede encontrar en los distintos talleres. Los artesanos cuentan con gremios, con federaciones de fallas y con el apoyo de los falleros; el artesano cuando gana un buen premio tiene un tiempo de éxito que los falleros le reconocen. Sin embargo cuando los premios no llegan, tengan el presupuesto que tengan, dejan de ser héroes y figuras.

Hoy en día un taller de fallas es una empresa o por lo menos los artistas tienen las mismas obligaciones que tienen los empresarios, no hay ninguna ayuda al trabajo artesanal por más que sean consecuentes de esta situación los gobernantes y las propias comisiones. Se presume de la fiesta josefina, se hacen balances económicos de los días que las fallas están plantadas, de la cantidad de turistas que visitan las localidades donde se plantan monumentos, de los restaurantes llenos, de los hoteles,... pero de los resultados económicos de los artesanos nadie se acuerda.

Difícil futuro para los alumnos

Este año en Borriana han abandonado cuatro artesanos tras las fiestas josefinas, sin embargo, en el IES Jaume I se imparten cursos de artesano fallero, alumnos que lo van a tener muy difícil tal como están las condiciones, ya que empezar de cero con presupuestos deficitarios difícilmente se puede consolidar un oficio. El artista tiene un problema si realmente realiza el trabajo según el presupuesto ya que dejará de ser competente y tendrá dificultades para firmar otro contrato. Pero si para seguir en el candelero tiene que realizar más volumen que el que le permite el presupuesto perderá dinero seguirá siendo un artista fallero y cuando tendrá la primera oportunidad de abandonar dejará las fallas. Hoy en día la tramitación administrativa de un trabajo como son los monumentos falleros supone un desembolso del 40% del presupuesto.

Por todo, poner en valor los monumentos falleros si se quiere mantener esta fiesta y que el protagonismo lo tengan las fallas depende de la participación de los gobiernos de la Comunitat.

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