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Los templarios regresan a Alcalà de Xivert

En el recorrido también se pueden apreciar restos de la época musulmana, anterior al Temple

Visitantes en el Castillo de Xivert. iván checa

Alcalà de Xivert fue hace casi 800 años territorio templario. El rey Jaume I concedió en 1233 la tenencia de la zona a la conocida como Orden del Temple, una de las más poderosas del mundo cristiano en la época. Tras ello, la orden se asentó en la zona preparando diferentes construcciones de carácter defensivo de las que todavía se conservan restos arquitectónicos.

El Paraje Natural de la Serra d'Irta es el lugar que esconde parte del patrimonio. Una ruta de algo más de 8 kilómetros recorre el conjunto monumental, en el que también se pueden apreciar restos de la época musulmana, anterior al Temple.

El principal protagonista es el Castillo de Xivert, que se puede apreciar desde bien lejos y refleja a la perfección el poder de la Orden del Temple en su momento. Para iniciar la ruta y acercarnos a pie al castillo, partiremos desde el restaurante Manel, junto a la N-340, siguiendo las indicaciones del sendero PR CV-432.

Superado el primer tramo de camino y más cerca del castillo, encontraremos la Cruz del Francés, un monumento de piedra en homenaje a la muerte de Antonio Cherta durante la Guerra de la Independencia, posterior a la época templaria.

Una abundante vegetación de arbustos nos acompañará en el siguiente tramo. Pasearemos rodeados de palmitos, romero o coscoja hasta, tras una curva, comenzar a divisar el imponente Castillo de Xivert. De camino, encontramos la Bassa Corralissa, una construcción que se utilizaba entones para almacenar agua.

Alcanzada la entrada del castillo tras subir por una estrecha senda, podemos diferenciar las torres gemelas y la muralla que las une, el patio de armas, el aljibe y otras tres torres vigías que utilizaban para controlar posibles visitas inesperadas. Además, en el exterior se pueden apreciar restos del arrabal o poblado morisco de la época musulmana.

Tras contemplar detenidamente la construcción defensiva, iniciamos el tramo de descenso por un camino rodeado de un pinar que se sitúa bajo el castillo y que nos conduce a un paseo asfaltado que retorna al punto de partida.

Recorrido por el núcleo urbano

Sin embargo, el recorrido por la herencia templaria no finaliza aquí. Tras reponer fuerzas, nos trasladamos hasta el actual núcleo urbano de Alcalà de Xivert. Y es que fueron los templarios los que otorgaron la carta puebla al municipio en el año 1251 de manos de Guillem de Cardona.

Es por esto que en su casco histórico también se encuentran numerosas huellas de la época. Para ello, el consistorio ha creado el recorrido la Herencia del Temple, que a través de unas marcas en las calles representadas con la típica cruz de color rojo de los templarios, nos permite recorrer todos los restos.

El punto de partida esta vez será la Oficina de Turismo. Desde aquí recorreremos monumentos y lugares como el Campanario, la Iglesia de San Juan Bautista, la plaza del Mercado, la Casa de la Cultura o los pozos que se utilizaban entonces por la importancia que tenía la agricultura para abastecerse.

Unos paneles explicativos detallan durante todo el recorrido la relación de cada vestigio con la época templaria y aportan una curiosidad para los más pequeños que realicen esta ruta. Sin embargo, también existe la posibilidad de realizarla de manera guiada todos los domingos y algunos festivos.

Un interesante paseo cultural que en Semana Santa y los meses de verano se complementa con una visita teatralizada dirigida en especial a un público familiar para disfrutar por completo de toda la rica Herencia del Temple de Alcalà de Xivert.

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