El Grupo Municipal Popular ha presentado una batería de alegaciones contra la decisión del gobierno municipal de PSOE y Compromís de derribar la cruz del parque Ribalta. Para su portavoz, Begoña Carrasco, «estamos ante un abuso de poder y una incorrecta aplicación de la legislación de memoria histórica mediante la que el gobierno bipartito trata de lograr un objetivo que no puede tener amparo en esa legislación».

«Ya sabemos que el derribo de la cruz es el proyecto de ciudad de Compromís, como así lo ha manifestado la concejala de Cultura, Verònica Ruiz, en el último pleno ordinario de la legislatura. Un intento más de utilizar torticeramente y de ignorar a conciencia el acuerdo municipal histórico que tuvo lugar hace 40 años en la ciudad de Castellón, donde se resignificó la cruz en homenaje a todas las víctimas de la violencia, sin partidismos, ideologías o exaltaciones de ningún tipo». Así lo ha manifestado la portavoz popular en referencia al acuerdo municipal adoptado el 31 de mayo de 1979 por el pleno de la Corporación surgida de las primeras elecciones democráticas.

«Dicho acuerdo, además de la citada resignificación, contempló, y así se hizo, la eliminación de los elementos de exaltación que en su origen formaron parte del conjunto monumental. Por tanto, la cruz del Ribalta sí se ajusta a la ley», señala Carrasco. «Tanto la eliminación de la cruz del Ribalta como la eliminación de la 'n' de Castellón, son dos decisiones unilaterales, impuestas por el gobierno municipal de PSOE y Compromís de espaldas a la mayoría», concluye.