La despoblación en la provincia de Castelló se ha agravado en los últimos años en las zonas del interior como consecuencia de la falta de actividad económica y de tejido productivo. El 65 por ciento de sus pueblos tienen menos de 1.000 habitantes y esta escasa demografía se ha visto acompañada por el cierre de pequeños comercios. Uno de los ejemplos más notorios de esta realidad se ha dado con la red de sucursales bancarias. Las comarcas castellonenses han perdido la mitad de oficinas financieras en ocho años, según el último boletín de entidades de depósitos y créditos publicado por la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico.
Castelló contaba en 2010 con un total de 644 sucursales y cerró 2018 con apenas 306. El descenso ha sido paulatino desde 2008 y el pasado ejercicio clausuraron 23. Esta problemática se sucede tanto en la Comunitat Valenciana como en España, pero en el caso de Castelló se agrava porque la reestructuración bancaria ha dejado a la mayor parte de sus municipios sin entidad bancaria. Según otro informe presentado en diciembre por la Generalitat, 89 de las 135 poblaciones de la provincia carecen de oficina bancaria, lo que representa un 65 por ciento de total, aunque en este porcentaje vive el 5, 6 por ciento de la población global de la provincia.
El documento señala que el 58, 5 por ciento de los municipios valencianos que adolecen de cajeros abarcan menos de 500 habitantes y en el 9, 7 por ciento habitan menos 100 residentes. También se han registrado cambios en las grandes ciudades impulsados por los procesos de digitalización, pero la situación en los pueblos es más preocupante porque el cierre de una oficina supone la pérdida de toda su oferta financiera y buena parte de sus vecinos son mayores de 65 años poco formados en las nuevas tecnologías.
Al respecto, 55 de las 135 poblaciones de Castelló cuentan con un 30 por ciento de población con más de 65 años. Hay 18 pueblos con menos de 100 habitantes como Toga, Fuentes de Ayódar, Matet, Vallibona, Torrechiva, Espadilla, Villanueva de Viver, Villamalur, Higueras, pavías, Sacañet, Torralba del Pinar, Fuente de la Reina, Herbers, Vallat, Villores, Palanques y Castell de Cabres.
Plan de apoyo
El Consell presentó hace cuatro meses un plan contra la exclusión financiera de los pequeños municipios de la Comunitat Valenciana con el objetivo de frenar «la reestructuración del sector bancario», destacó entonces el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig. Esta medida prevé la instalación de cajeros mediante convenios con los ayuntamientos. Estos últimos facilitarán un espacio mientras la Generalitat costeará los cajeros por un periodo de cinco años. De momento se han suscrito 95 localidades, de que las 37 se encuentran en Castelló.
Menos crédito
Según el último balance de la Conselleria de Hacienda, la cifra de créditos ha bajado en el último año en Castelló un 7, 53 por ciento en las entidades de depósito, un 8, 61 por ciento en los bancos y cajas de ahorro, y un 2,81 por ciento en las cooperativas de crédito. La red de depósitos contempla un importe de 13.466 millones de euros, de los que 13.109 corresponden al sector privado y 351 millones al público. Los bancos y cajas de ahorro acumulan 9.607 millones de depósitos (9.365 están vinculadas a manos privadas y 241 a las administraciones públicas). Por último, las cooperativas comprenden 3.853 millones.
Cabe destacar que Castelló es la provincia de las tres de la Comunitat Valenciana con el porcentaje más alto de cooperativas. Concretamente, los depósitos en las cooperativas representan el 28, 63 por ciento en la provincia frente al 13,70 de València y el 7,01 de Alicante. La media en la autonomía se sitúa en el 13, 26 por ciento y en España en el 8,67 por ciento.
Por su parte, en el crédito en la red de cooperativas asciende 19, 46 en Castelló mientras el 80, 54 por ciento es de bancos y cajas de ahorro. En Alicante solo abarcan el 5,54 por ciento y en València el 11, 46 por ciento .
