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En primera persona / Las mujeres del 26M

Con espíritu de servicio

Inmaculada Perles entra a formar parte de la lista del PSPV en Torreblanca con una disposición firme de trabajar por los demás

Con espíritu de servicio

Puede parecer que cuando alguien cumple los 60 ya lo tenga todo hecho en la vida. Que a partir de la jubilación lo suyo sea viajar, relajarse, disfrutar de la familia, ver la tele o, simplemente, no hacer nada. Para otros, puede ser la edad perfecta (la edad en la que ya no tienes que demostrar nada a nadie) para querer ponerte al servicio de la sociedad para mejorar el día a día de sus vecinos. Una edad en la que, tras una etapa profesional más que meritoria. el espíritu de servicio cobra un especial -y sincero- sentido. Ese es el caso de Inmaculada Perles, quien con 60 años ha dado un paso adelanto para formar parte de las listas del PSPV en Torreblanca para las próximas elecciones municipales del 26 de mayo. Va la número cinco.

En el caso de Perles, tanto su formación como su experiencia profesional es abrumadora. Empezó estudiando Ciencias Biológicas y «como eso no tenía futuro», según explica la candidata, empezó Magisterio. Terminado la carrera, solo le faltaba aprobar una asignatura, se dio cuenta que no era lo suyo y se decantó por el mundo de la empresa. También fue a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) donde estudió Ingeniería Técnica «por el gusto de aprender», apunta. Lo cierto es que Perles asegura que nunca tuvo ganas de trabajar en eso, menos todavía cuando se fue a vivir a Mianos, un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza, donde la conexión a internet era deficiente. Fue en Mianos donde, precisamente, se inició en la política ostentado la alcaldía de 2007 a 2011 como independiente. Ahora, lo hace en filas socialistas.

En su faceta profesional destaca el papel que tuvo en la adecuación urbanística del barrio Villa Olímpica del Poblenou, con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. «Trabajé como personal de confianza del conseller delegado. Colaboré en temas de relaciones públicas, asistencia en los consejos de administración, apertura de plicas y también en urbanismo», explica Perles. Su vida laboral empezó en una empresa que se dedicaba a la promoción del oro, también estuvo en una productora de audiovisuales, en una agencia de publicidad y en Mercabarna.

Inmaculada Perles nació en Barcelona, aunque su madre era de Torreblanca y su padre de la Ribera, y hace ocho decidió instalarse en aquel pueblo en el que pasó tantas fiestas de verano. «Aquí murieron mis padres, se retiraron y vinieron aquí a vivir, es un sitio que me gusta, tengo familia, la gente es agradable y el clima es excelente», apunta Perles.

Trabajar por un pueblo

Como ya se ha dicho anteriormente, su inclusión en la política se remonta a su estancia en Mianos de donde fue alcaldesa. «Fue participar en la gestión de un pueblo y trabajar para que las cosas funcionen, que se avance y se hagan cosas. Cuando vine a Torreblanca, estuve en contacto con el partido socialista. Mi familia siempre ha sido de izquierdas y he sido siempre votante socialista. Ahora se ha dado esta circunstancia y dije, ¿por qué no?», apunta.

Sus recuerdos familiares también están impregnados de política. Recuerda sus conversaciones, sobre todo, con su abuelo, quien estuvo veinte años en prisión por luchar en el bando que perdió en la Guerra Civil. «Salió de prisión cuando yo tenía meses. Estuvo en la guerra, en las izquierdas, después veinte años en la prisión por comunista», señala.

Perles asegura que no tiene ninguna pretensión y que, de gobernar, asumirá las tareas que le sean encomendadas. «Yo me debo al equipo y la distribución de tareas se hará en función de lo que se crea conveniente en cada momento. A mí, como interesarme, me interesa mucho el medio ambiente, la preservación del medio natural y los temas de urbanismo, que es lo que tengo más experiencia. Pero igual puedo estar en cultura. Todo dependerá del equipo, y de lo que se decida que es más conveniente. Yo no tengo ningún tipo de pretensión ni ambición política, realmente, y puede parecer una tontería, es el espíritu de servicio lo que me mueve a forma parte de esto. Yo ya no me tengo que demostrar nada a mí ni a los demás, pero si puedo hacer un papel y puedo ayudar, evidentemente, lo haré», concluye.

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