Las recomendaciones del Ministerio de Sanidad sobre vacunación internacional avisan: hay que ser precavidos y empezar a programar el viaje con al menos un mes y medio de antelación sobre todo para tener en cuenta cuestiones como las vacunas, imprescindibles si vamos a ciertas países, por ejemplo, de África. La recomendación, sin embargo, se queda más que corta este verano en la Comunitat Valenciana en la que ya hay lista de espera de dos y tres meses para conseguir protegerse antes de salir al extranjero contra la fiebre amarilla, el tifus o la malaria.
En el caso de la provincia de Castelló, en la delegación de Sanidad Exterior (ubicada en la calle Escultor Viciano, número 2 -Edificio Antiguo Banco de España-) ayer se daba cita, como pronto, el 3 de agosto, a través de su página web. Asimismo, también se pueden vacunar en el Hospital General Universitari de Castelló donde están dando cita para el 9 de agosto. En el caso del Hospital de la Plana, la espera es mayor ya que solo vacunan los miércoles y, ayer, la cita más pronto que tenía era el 1 de septiembre.
Con todo, es muy importante tener la previsión presente y acudir a los centros a vacunarse. Precisamente, el colapso favorece que muchas de las personas se vayan finalmente sin las vacunas recomendadas con el consiguiente riesgo o que tengan que mover cielo y tierra para recibir algunas de las vacunas o de la profilaxis ya que existen no pocos países en los que se deniega directamente la entrada si el viajero no presenta la cartilla de vacunación por ejemplo contra la fiebre amarilla, que es preceptiva para traspasar las fronteras de Angola, Burkina Faso, el Congo o Costa de Marfil.
En otros casos las vacunas no son obligatorias aunque sí recomendadas sobre todo cuando se viaja a países con un nivel de desarrollo más bajo en los que las condiciones higiénico sanitarias pueden presentar riesgos. Es el caso de la vacuna de la hepatitis A o contra la fiebre tifoidea que se recomienda para viajes tan habituales entre los españoles como Tailandia o Vietnam.
Los numerosos cambios físicos y medioambientales que se encuentran durante un viaje internacional pueden alterar el equilibrio de las personas con su entorno habitual: repentina exposición a considerables cambios de altitud, humedad, flora microbiana y temperatura, exacerbada por el estrés y la fatiga, puede provocar trastornos de salud e incapacitar para lograr el objetivo del viaje.
La planificación previa, unas adecuadas medidas de prevención y la adopción de precauciones reducen considerablemente el riesgo de consecuencias adversas para la salud.
La vacunación es un servicio sanitario donde se asesora, tras una evaluación individualizada, en materia de medicina del viajero. En ellos se administran las vacunas obligatorias y recomendables, se informa acerca de las enfermedades que previenen, se recomiendan y prescriben quimioprofilaxis farmacológicas (medicamentos a dosis preventivas) asesorando sobre mecanismos de actuación, contraindicaciones medicamentosas, efectos secundarios, interacciones farmacológicas y dosificación, y se informa sobre riesgos sanitarios inherentes a los viajes internacionales.
