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SOS M(P)ATERNIDAD

De la episiotomía al parto humanizado

El Hospital La Plana de Vila-real apuesta por fomentar la fisiología de la mujer y evitar la asistencia medicalizada

La matrona Soledad Carreguí, el exjefe del servicio de Obstetricia y la jefa de Ginecología, Ana Boldó. carme ripollés

La asistencia al parto en el Hospital La Plana de Vila-real ha cambiado, y mucho, en los últimos veinte años. De ello han dado muestra el exjefe del servicio de Obstetricia y Ginecología, Manuel Fillol, y la quienes participaron en la jornada «Rebent la vida» celebrada el pasado jueves en el centro hospitalario con el objetivo de poner el valor el acompañamiento y la humanización en el parto. Fillol expuso la «actitud intervencionista» y mecanizada del año 2000, cuando las pautas a seguir estaban, poco más o menos, automatizadas. No obstante, y después de basarse en las evidencias, los y las profesionales trabajan en un proceso evolutivo en el que el centro es el trato humano a la mujer.

«Antes se hacían muchas más episiotomía, se medicalizada más el parto, estábamos en la idea de que parir era una hora corta y ahora hemos visto que el parto hay que vivirlo desde la tranquilidad, sin prisas y respetando el proceso fisiológico», explica Fillol. Además, el doctor resalta la humanización en la asistencia en todas las vertientes del parto, tanto en un parto de riesgo, como en las cesáreas y en los partos naturales.

Por su parte, la matrona supervisora del paritorio, Soledad Carreguí, explica que durante todo este tiempo se ha trabajado en favorecer el uso de otras técnicas para aliviar el dolor alternativas a la epidural, además de la restricción de episiotomías, los cuidados a la madre y el bebé, favorecer la lactancia materna, el piel con piel. En definitiva, según las palabras de Carreguí, «es intentar evitar toda la medicalización, es decir, fomentar la fisiología y cuanto menos intervenciones y menos medicación pongamos, siempre que el parto evolucione correctamente, vamos a tener mejores resultados». Entre las alternativas a la epidural está la movilidad, el acompañamiento, inyecciones de agua destilada estériles en la zona lumbar y el método estrella no farmaciológico sería la inmersión en el agua.

Cabe recordar que el Hospital Universitario de la Plana de Vila-real instauró en 2017 las cesáreas acompañadas, por las que se permite a la pareja acceder al quirófano durante esta intervención, lo que supone un avance en la implantación de la Iniciativa para la Humanización al Nacimiento (IHAN). Así, el centro hospitalario de la Plana se une al Hospital General Universitari de Castelló (HGUCS) pionero en parto humanizado a las cesáreas.

La cesárea acompañada tiene múltiples beneficios para las madres ya que comporta la instauración del método piel con piel entre la madre y el recién nacido, fomenta una correcta adaptación del neonato a la vida y permite el inicio precoz de la lactancia materna. Por su parte, al padre puede disfrutar del momento del nacimiento y respaldar a la madre, disminuyendo así el posible grado de ansiedad de la madre y favoreciendo el establecimiento del vínculo tanto materno como paterno con el recién nacido.

Antes de la intervención, una auxiliar de enfermería entrega al acompañante un traje quirúrgico y se le guiará hasta el lado de la gestante donde permanecerá el tiempo que dure la intervención disfrutando de ese momento de intimidad. El acompañamiento en la cesárea disminuye el estrés materno y, por tanto, todas las derivadas del mismo.

Esta persona también ayuda en la realización del contacto piel con piel y en la instauración de la lactancia. Al finalizar, los padres y el recién nacido vuelven a la sala de dilatación, donde se produce el post-operatorio habitual de una cesárea.

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