Los actos taurinos volvieron a ser ayer el eje central en las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia de Vila-real. La embolada de seis toros de la ganadería Fernando Mansilla de Torreblanca, patrocinado por la Asociación Cultural Taurina Amics del Bou, lució con espectacularidad ante los centenares de vecinos y aficionados que abarrotaron la vila.

Los morlacos desfilaron por las calles y cumplieron con las expectativas de los más exigentes, durante la exhibición por las calles del recinto taurino. Los animales fueron embolados a la vez en un departamento especial habilitado para ello y la suelta se realizó de una manera limpia y sin incidentes.

Pero la embolada no fue el único espectáculo taurino de la jornada. La tarde contó con otras dos sueltas a cargo de Amics del Bou y la Comissió de Penyes. De nombre Temporero, con el número 7 y guarismo 5 de la ganadería de Gerardo Ortega, fue el más lucido de la tarde. Fue un toro noble, de bonito de pelaje burraco e hizo una salida muy explosiva y peligrosa, apretando a los rodaors.