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Hallan el cadáver de una persona en avanzado estado de descomposición en Castelló

La Guardia Civil investiga la causa de la muerte del cuerpo encontrado por un grupo de cazadores ayer por la mañana

Imagen de archivo del dispositivo especial de búsqueda realizado hace un año tras la desaparición de un cazador en Catí.

La Guardia Civil de Castellón ha confirmado este lunes la apertura de una investigación a partir del hallazgo en la mañana de ayer domingo de «unos restos humanos antiguos» en el término municipal de Catí, unos hechos cuyas diligencias ha asumido el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vinaròs.

Como ha confirmado a este periódico el alcalde de la localidad, Adrià Puig, sobre las 12.30 horas de ayer domingo, un grupo de cazadores de la localidad que participaba en una batida de jabalís hizo el macabro descubrimiento. En cuanto comprobaron que se trataba del cadáver de una persona, «llamaron al 112 y la Guardia Civil se hizo cargo del caso». A partir de ese momento, de manera oficial, no ha trascendido más información. La autopsia determinará las causas de la muerte.

Sobre las circunstancias en las que este grupo de personas encontró el cuerpo, Mediterráneo ha podido saber que, al parecer, estaba enrollado o cubierto con unas mantas. Junto a él habría aparecido algún tipo de documentación, aunque resultaría complicado relacionarla con los restos dado su evidente deterioro físico. En cualquier caso, el alcalde está prácticamente seguro de que «a priori, no es un vecino del pueblo», pues no echan en falta a nadie.

Donde apareció Felipe Boix

En cuanto al lugar en el que se ha producido el hallazgo, según han trasladado a este periódico fuentes consultadas, llama la atención que está «a unos 300 metros» de donde apareció en el mes de septiembre el cuerpo sin vida de Felipe Boix, el cazador de Catí desaparecido hace un año, precisamente un día como hoy. Fue el 27 de diciembre del 2020 cuando los servicios de emergencia organizaron un amplio dispositivo de búsqueda, en el que durante muchos días participaron decenas de personas, profesionales y voluntarias, que rastrearon de forma concienzuda la zona donde fue visto por última vez y sus alrededores. El operativo oficial fue suspendido días después al no encontrar ningún indicio de su paradero.

Nueve meses después, el 8 de septiembre, en un nuevo dispositivo de búsqueda para el que el Ayuntamiento hizo un llamamiento de colaboración voluntaria, dieron con su cuerpo sin vida. La Guardia Civil, como en el caso del cadáver encontrado ayer, abrió una investigación del caso. Hasta el momento no se han hecho públicas las conclusiones.

Nadie relaciona de manera oficial en estos momentos ambos sucesos, únicamente existiría el vínculo del lugar en el que se han producido los dos hallazgos con una diferencia de varios cientos de metros, según han informado a este periódico fuentes conocedoras de lo sucedido.

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