Según las estimaciones realizadas por los investigadores, permitirá detectar esta patología cinco años antes que ningún método actualmente conocido, informaron hoy fuentes de la UPV en un comunicado.

El proyecto está coordinado por el Ific y dirigido por el profesor José María Benlloch. El Alzheimer afecta hoy a unos 25 millones de personas en todo el mundo y en los próximos 20 años se prevé que se registren unos 70 millones de nuevos casos. En España, según datos de la Confederación Española de Familiares y Cuidadores de Enfermos de Alzheimer y otras demencias (Ceafa), hay más de 600.000 enfermos diagnosticados. Los expertos vaticinan que se convertirá en la enfermedad del siglo XXI, por delante de otras como el cáncer, el sida y las dolencias cardiovasculares.

Actualmente, las cámaras PET se utilizan fundamentalmente para la detección de cáncer. Se trata de dispositivos de cuerpo entero, lo cual no permite obtener resultados tan exactos y precisos como los que se obtendrían con un PET específico para la cabeza, como en el que están trabajando los investigadores del IFIC y la UPV.

Así, la cámara neuro-PET ayudará a mejorar y adelantar el diagnóstico del Alzheimer, lo que redundará en un tratamiento más efectivo para el paciente, explicaron las mismas fuentes.

La cámara se basa en un innovador sensor de rayos gamma, que mejorará la resolución espacial y aumentará la sensibilidad de detección de la enfermedad --ayudará a localizarla y diagnosticarla antes--, con una eficiencia superior al 90 por ciento, mediante nuevas técnicas de detección.

La alta sensibilidad implicará además una disminución en un factor 10 el posible efecto negativo de la radiación en el paciente. Al respecto, el profesor de la UPV Ángel Sebastià apuntó que "el que tenga mayor sensibilidad a la detección permite obtener mayores tasas de datos con menores dosis de radiación al paciente".

Asimismo, entre las ventajas de la cámara, supone una drástica reducción del coste respecto a los dispositivos PET de cuerpo entero actuales, cuyo precio oscila entre los 1,8 y 2,5 millones de euros.

El sensor será desarrollado en los laboratorios del IFIC. Mientras, los investigadores de Itaca, bajo la coordinación del profesor Sebastiá, serán los encargados de implementar la electrónica que permita obtener las máximas prestaciones del sensor.

Asimismo, se desarrollará un software de "reconstrucción tomográfica" 3D de la cámara neuro-PET que permita obtener la imagen y visualizarla en menos de un minuto de procesado.

TRATAMIENTO EFICAZ

"La mejor forma de generar hoy el tejido nervioso afectado por el Alzheimer es diagnosticar pronto la enfermedad y establecer un tratamiento eficaz. Gracias a esta nueva tecnología podremos acortar los plazos, detectar antes la afección y, por tanto, reducir los efectos negativos que ejerce sobre el enfermo", señaló el profesor Sebastiá.

En el proyecto, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia, participan también el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) y la empresa Oncovisión.

Se estima que la prevalencia de la enfermedad se triplicará en los próximos 40 años. En los países desarrollados, el tratamiento del Alzheimer supone un gasto por paciente de 14.300 euros anuales. Los costes sociales en todo el mundo ascienden a unos 80.000 millones de euros. Además, se calcula que el gasto en este tipo de medicamentos ha aumentado un 38 por ciento desde 2001.