Nadie en Tavernes de la Valldigna sabe cuándo se pondrá en marcha la piscina cubierta que el ayuntamiento, mediante un concurso de concesión a una empresa, inició hace cerca de tres años y cuyas obras están concluidas desde hace meses. Ni siquiera el nuevo alcalde de la ciudad, Jordi Juan, que ayer convocó a los vecinos para dar explicaciones sobre este proyecto, pudo aventurar una fecha para que la instalación abra sus puertas.

El que fuera uno de los símbolos de la gestión del anterior Gobierno Local de Tavernes de la Valldigna, la piscina cubierta, se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza que el PP no resolvió. Tres años después de que se iniciaran las obras y tras un sinfín de anuncios de que iba a abrir sus puertas, el actual alcalde vallero, Jordi Juan, anunció ayer en rueda de prensa que la empresa encargada de su construcción y posterior explotación no puede hacer frente a los pagos de las certificaciones de obra que faltan y ello supone que la instalación seguirá cerrada por tiempo indefinido.

Según explicó el primer edil, el ejecutivo local se reunió hace unos días con los directivos de la empresa, quienes reconocieron estos problemas económicos, aunque señalaron estar pendientes del cobro de la devolución del IVA por parte de Hacienda para hacer frente a los pagos necesarios que permitirían la inauguración de dicha instalación, algo que todavía no tiene fecha.

Aún faltan 300.000 euros

Además de hacer frente a las certificaciones de obra, la compañía aún debe invertir unos 300.000 euros para poder equipar los gimnasios y otras dependencias, así como finalizar algunas obras que quedan pendientes. Estas actuaciones pretende cubrirlas también con lo que recaude la devolución del impuesto al carecer la empresa de liquidez, lo que demorará aún más los plazos.

Jordi Juan, que compareció junto a la interventora del ayuntamiento y al concejal de Deportes, Josep Llàcer, mostró su preocupación por el asunto pero señaló que desde el consistorio "depositamos la confianza en que la empresa cumplirá con lo que ha dicho. Pedimos paciencia a los ciudadanos y confiamos en que se solucione lo más rápido posible".

Pero las intenciones de la compañía se encuentran con un problema. Y es que la sociedad tiene abiertos varios expedientes por falta de pago a sus proveedores, lo que significa que mientras persistan esas denuncias, Hacienda no abonará el dinero necesario para poder abrir la piscina.

Jordi Juan señaló que el consistorio "no está en condiciones de hacerse cargo de la instalación", pues ello supondría hacer frente a unos gastos, que rondarían los 1,3 millones de euros, que actualmente la caja del municipio "no puede asumir porque el endeudamiento ya es del 115% y no podemos pedir más créditos". Además, el primer edil quiso dejar claro que "el Ayuntamiento de Tavernes ha cumplido con su deber abonando todo el dinero que tenía que pagar para la construcción de la piscina, por lo que el consistorio no es el responsable directo de que la instalación todavía no esté en marcha".

Las obras de la piscina cubierta fueron adjudicadas en abril de 2008 por el anterior gobierno de Tavernes a una sociedad formada por tres empresas que, según dijo el alcalde, no tenían experiencia en el sector. Además de su construcción, esta empresa debe hacerse cargo de su explotación durante 40 años. La instalación ha costado 2,6 millones de euros.