A la espera que lo confirmen las peñas, parece que se viven tiempos de cambio en Algemesí. La Setmana Taurina que se celebrará entre el 22 y el 30 de septiembre puede contar este año con una modificación sustancial, ya que el nuevo presidente, Paco Rubio, y su junta directiva van a trasladar a las peñas la posibilidad de eliminar las becerradas cadafaleras que se celebran cada año y crean una importante controversia a lo largo del territorio español. "Es uno de los proyectos que tengo como presidente y así lo voy a plantear a las peñas porque son ellas las que tienen la última palabra. Mi intención es transmitirles la idea de que debemos evolucionar y adaptarnos a los nuevos tiempos", declaró ayer a este rotativo el presidente de la comisión taurina. El planteamiento se expondrá en una reunión que se mantendrá a finales de agosto o principio de septiembre y serán las diferentes peñas (alrededor de treinta) las que tengan la última palabra sobre los polémicos espectáculos nocturnos.

De hecho, aún se desconoce si las becerradas tendrán lugar en la próxima Setmana Taurina, una fiesta que costará 200.000 euros, un veinte por ciento menos que en 2011 y, según el presidente, la mitad que en 2007. Según algunas fuentes allegadas a la fiesta, la intención última de la junta directiva presidida por Rubio al eliminar la polémica celebración es que el ayuntamiento nombre a la Setmana de Bous como Patrimonio Cultural Inmaterial de Algemesí. Este año el cartel estará compuesto por ganaderías de gran relevancia como Cebada Gago, Eduardo Miura, Jandilla, Javier Molina, Gabriel Rojas, Guadaira, Lagunajanda, Sánchez Arjona y Fermín Bohorquez. Además, entre los espectáculos taurinos también sobresaldrá la participación del rejoneador Fermín Bohorquez.

Los grupos Més Algemesí y Esquerra Unida presentaron el año pasado una moción conjunta en la que pidieron la supresión de las becerradas, siendo rechazada por los votos del PP y PSOE. El portavoz Josep Bermúdez explicó que su posición no era contraria a la Setmana de Bous porque, dijo, "es una fiesta importantísima y eliminar la parte final supondría potenciar la semana de toros". No obstante, consideró que las becerradas "son un lastre para la fiesta" y propuso que se cambie "el sistema de diversión ya que no es un espectáculo agradable de ver". Similar fue la postura de EU. Durante su parlamento, el edil Asensio García dejó clara su postura contra las becerradas.