La negociación entre Alfafar Parc y la multinacional Ikea para que ésta se instale en sus terrenos está tan bien encaminada que el gigante sueco incluso ha arrancado ya un compromiso de compra preferente a los dueños del suelo. El acuerdo, que afecta a Ikea Ibérica y a parte de cada parcela del plan parcial, está vigente desde el pasado mes de enero y tiene una duración de cuatro años a partir de esa fecha, aunque la previsión es que se ejecute mucho antes.

El interés de Ikea no se extiende a toda la superficie de Alfafar Parc, sino que se limita al 10 % de cada parcela o, lo que es lo mismo a efectos prácticos, a la gran pastilla de suelo que resultará de la cesión del 10 % de cada propiedad. En algunos casos, en la preferencia de compra conseguida por la multinacional escandinava se detalla la superficie que le interesa de cada parcela (siempre el 10 % antes mencionado) e, incluso, el precio que pagará por ella en caso de que se ejecute el acuerdo y finalmente haya una compraventa. Todas las cesiones están garantizadas por los compromisos que atan a los propietarios del terreno desde que aceptaron formar parte de la Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) Alfafar Parc para desarrollar un plan parcial en la zona.

Entre esos traspasos gratuitos e individuales de suelo y el 10 % del aprovechamiento urbanístico que le corresponde al Ayuntamiento de Alfafar „que da sin contraprestación económica para facilitar la ejecución del proyecto y la llegada de un motor económico de gran calado„, se conforma una gran pastilla de suelo de algo más de 45.000 m2 de superficie. En ese terreno es, precisamente, donde planea ubicarse Ikea. En torno suyo, se han diseñado varias naves a modo de gran galería comercial y, en el centro, un enorme aparcamiento en superficie con capacidad para cientos de vehículos.

No es la primera vez que Ikea cuenta con una opción de compra preferente sobre parte de la superficie de Alfafar Parc. Hace cuatro años, en diciembre de 2008, cuando las negociaciones entre la multinacional y los propietarios estaban tan avanzadas y atadas como para que la compañía anunciase públicamente su apuesta por Alfafar, el gigante sueco también contó con esa opción e incluso llegó a ejecutarla. Sin embargo, al cabo de dos meses „febrero de 2009„, el acuerdo saltó por los aires y el contrato se deshizo.

Con este precedente, no es de extrañar que ni Alfafar Parc ni Ikea quieran lanzar las campanas al vuelo sobre su cada vez más patente acercamiento; al menos no hasta que todo esté perfectamente resuelto.

Aún así, la nueva posibilidad de compra preferente exigida por los escandinavos „que no los obliga a adquirir, sino que sólo los sitúa en un lugar inmejorable„ no hace sino constatar el interés de la multinacional por una ubicación que siempre le pareció atractiva, mientras que por el lado de los propietarios la nueva opción supone un paso más en la consecución de un objetivo, la llegada de Ikea, por el que ya llevan ocho años trabajando.