El Gobierno valenciano no repercutirá finalmente el coste de la potabilizadora a los usuarios y también descontará de los 60 millones invertidos en el plan de abastecimiento de la Ribera los 25 millones subvencionados por la Unión Europea, por lo que «únicamente» cargará a los destinatarios del servicio, los cerca de 200.000 habitantes de trece municipios que recibirán agua sin nitratos de la planta de la Garrofera, 25 millones de euros.

La cifra la facilitó ayer el director general del Agua, José Alberto Comos, que acompañó al vicepresidente del Consell, José Císcar, en la inauguración de unas obras de modernización de regadíos de la comunidad de la Vall de Càrcer y Sellent. Císcar aseguró que, pese a repercutir una parte de la inversión realizada a través de la cuota de amortización, «el precio que van a pagar los usuarios de la Ribera es mucho menor que lo que se está pagando en casos similares».

«La Ribera va a tener el agua más barata en alta -el precio antes de la distribución que cada ayuntamiento realiza desde sus depósitos de acumulación- de la Comunitat Valenciana», apostilló Comos en declaraciones a Levante-EMV, mientras valoraba como una «falsedad» que se pretenda trasladar a los usuarios que la Generalitat vaya a repercutir en los recibos los 60 millones de euros invertidos en este proyecto. «Hay fondos europeos que no vamos a repercutir y hay fondos para construir la potabilizadora que, en una decisión propia de la Generalitat, tampoco», expuso el director general, antes de añadir: «Va a haber una cantidad pequeña de repercusión que, en cualquier caso, va a dejar el agua de la Ribera en alta con el mejor precio de la Comunitat Valenciana».