Un apicultor ha sufrido un robo de 83 colmenas en Sagunt poco después de que otro de Segorbe viviera un caso similar. La nueva sustracción ha dejado daños valorados en más de 8.300 euros y ha acrecentado el temor tanto a un mercado negro, como a una mafia especializada en este tipo de delitos para los que siempre se necesita un cierto conocimiento previo para manejar las cajas, según fuentes del sector.

El robo de las 83 colmenas se produjo en una zona de monte cercana a Sagunt durante las últimas fiestas. Su dueño, un apicultor del Port, vio esfumarse de repente toda la campaña de este año y al menos la del próximo 2015 pues, según explicaba a Levante-EMV, "aunque yo quiero volver a comprar cajas, hasta poder tenerlas todas en producción como ahora, aún pasarán dos o tres años".

Los ladrones le arrebataron todas las colmenas que estaban en buenas condiciones y tan sólo dejaron las vacías, en una explotación que él mantiene desde hace 35 ó 40 años como complemento a la economía familiar. "Se te cae el alma a los pies al ver que te lo han quitado prácticamente todo porque, aunque las tenga aseguradas, la franquicia la perderé. Ha sido un final de año horrible. La sensación de impotencia es tremenda", decía.

A la espera de que el perito del seguro contabilice los daños, él interpuso una denuncia ante la Guardia Civil y la Guardería Rural del Consell Local Agrari de Sagunt. Se cree que actuaron entre 3 y 5 ladrones, con un camión, aprovechando las fiestas navideña. Aunque sus colmenas tienen grabado a fuego su nombre, él es consciente de que los ladrones pueden aprovechar sin problemas tanto la miel como las abejas. "Debe haber un mercado negro, bien para vender a apicultores sin escrúpulos o bien para polinizar invernaderos".