Los síntomas de la hepatitis A suelen aparecer entre dos y seis semanas después del contagio. Los indicios de la presencia de la infección son: fiebre baja, orina oscura, heces claras, fatiga, inapetencia, náusea y vómitos, picazón y piel amarilla por la ictericia. Estos síntomas son generalmente leves y puede prolongarse durante varios meses. El virus de la hepatitis A produce una inflamación en el hígado . El agente infeccioso se encuentra sobre todo en las heces y la sangre de la persona infectada. El virus está presente de 15 a 45 días antes de que se manifiesten los primeros síntomas. El contagio suele darse a entrar en contacto con un alimento o un objeto que ha tocado un afectado que no se ha lavado bien las manos tras haber utilizado el baño. P. g. b. valencia