Poco o nada desconfió el anciano cuando al abrir la puerta encontró a un amable técnico ataviado con un uniforme de trabajo negro y una amplia sonrisa. Los hechos sucedieron el pasado 4 de enero, era prácticamente la víspera de Reyes, una jornada en la que usualmente la gente mayor suele hacer acopio de dinero en casa para tener un detalle con hijos, sobrinos o nietos.

Poco sospechoso debió resultarle al anciano de Carlet aquel técnico fraudulento porque acabó estafándole 390 euros por la instalación de un contador eléctrico que jamás tuvo intención alguna de cambiar.

Decía ser empleado de una conocida empresa de electricidad, explica la alcaldesa de Carlet, Maria Josep Ortega. «Suelen informarse del periodo en el que cambian los contadores para poner en marcha el timo», asevera.

El estafador pidió la última factura emitida por la mercantil eléctrica y escribió con caligrafía ilegible algunas anotaciones en el recibo con la intención de dar mayor credibilidad a su actuación. Después le pidió al vecino de Carlet, cuya identidad no ha trascendido, que le adelantara el dinero. Casi 400 euros que éste pagó para que por la tarde el presunto técnico procediera a realizar la instalación del aparato.

Más intentos de hurto

«Sabemos que hubo más intentos de hurto, al menos dos más en Carlet, y muy probablemente la cifra vaya en aumento si aparecen más casos en los municipios de alrededor», apunta Ortega. Como ha pasado en Carlet, o en otros municipios, los mayores se convierten en víctimas propicias porque «confían en las personas y no ven maldad», asevera Ortega. Por ello, desde el consistorio local han propuesto poner en marcha una serie de jornadas formativas para que los ancianos del municipio aprendan a diferenciar cuándo se trata de un engaño y cuándo no.