El Ministerio del Interior ha reforzado el cuartel de la Guardia Civil de Buñol con diez nuevos agentes con los que pretende atender a las diversas demandas realizadas por el propio consistorio buñolero y los de Alborache, Yátova y Macastre para incrementar la seguridad en los cuatro municipios a los que atiende dicho acuartelamiento.

Además, según señalaron desde la Mancomunidad de la Hoya de Buñol-Chiva, el cuartel se convertirá próximamente en «puesto principal» -categoría que en la comarca tan solo tiene Chiva-, ya que a los diez nuevos agentes presentados ayer se sumarán próximamente otros dos cabos que permitirán obtener dicha distinción al emplazamiento de Buñol.

Hace ya un año, estos cuatro municipios de la Hoya elevaron en sus plenos una moción conjunta para que este cuartel pase a ser «puesto principal» -categoría que en la comarca tan solo tiene el de Chiva- con la intención de que se le asignara un mayor número de agentes. Pasado apenas un mes, los alcaldes de estas cuatro localidades mantuvieron una reunión con el entonces subdelegado del Gobierno, José Vicente Herrera, en la que éste se comprometió a reforzar el cuartel para garantizar la seguridad de la zona, algo que se ha concretado casi un año después y con un gobierno estatal diferente, ahora encabezado por Pedro Sánchez.

«Nos sentimos más seguros»

Entre los argumentos presentados por los dirigentes de Buñol, Alborache, Yátova y Macastre se encontraban el hecho de que de estos municipios tan solo el primero cuenta con Policía Local, y los guardias civiles de su cuartel deben abarcar una superficie de casi 300 kilómetros cuadrados con una población de alrededor de 14.000 habitantes, que durante el verano crece ostensiblemente. «Contar con más efectivos de la Guardia Civil en la comarca permite que los municipios que no disponemos de policía local nos sintamos más seguros», reafirmaba ayer la alcaldesa de Macastre, María José Casero.