El aforo, palabra que viene del latín forus (hilera de bancos de remeros o de asientos en los circos romanos), también ha llegado a la arqueología. Los voluntarios volverán este verano a excavar el yacimiento de la Pobla medieval d'Ifac, en Calp. Pero, mientras que en los años anteriores se desarrollaban dos campañas, una en julio y otra agosto y participaban unos 30 voluntarios, ahora la intervención arqueológica se reduce a un mes, el de agosto, y únicamente se pondrán manos a la obra siete voluntarios. La pandemia del coronavirus ralentiza proyectos de investigación tan gratificantes como el que, liderado por el MARQ (Museo Arqueológico de Alicante) ha sacado a la luz los vestigios de esta ciudadela fundada en la ladera del Penyal d'Ifac en 1298 por el almirante calabrés de la Corona de Aragón Roger de Llúria.

Este verano, el de la decimosexta campaña de excavaciones, no será de grandes descubrimientos. Los trabajos se centrarán en consolidar las estructuras.

La alcaldesa de Calp, Ana Sala, pidió ayer al presidente de la Diputación, Carlos Mazón, «más recursos» para musealizar y hacer visitable el yacimiento. Recorrió junto a Mazón, el diputado de Arquitectura, Juan Francisco Pérez, y diversos concejales calpinos, la antigua ciudadela, la necrópolis y las ruinas de la iglesia gótica de la Mare de Déu dels Àngels.