En verano lo complicado es encontrar una boya de amarre libre. Ahora lo que no hay son boyas. La ensenada de la Cala Blanca y la Sardinera de Xàbia es el «paraíso» del turismo náutico. El pasado fin de semana fue de mar en calma. Numerosos navegantes pusieron proa hacía esta costa. Ya se han retirado las balizas. No hay boyas a las que engancharse. Han arrojado el ancla sobre los valiosos fondos marinos. Los navegantes más concienciados han buscado fondos de arena. Pero un puñado de embarcaciones sí echó el ancla sobre la Posidonia oceánica.

Ecologistes en Acció de la Marina Alta ha denunciado que se han realizado fondeos sobre esta planta marina protegida por las directivas europeas. Este colectivo, que ha recordado que este litoral está declarado ZEC/ZEPA (zona de especial protección de aves), ha presentado alegaciones al Ministerio para la Transición Ecológica para que las embarcaciones no puedan aquí arrimarse a menos de 200 metros de tierra. También ha pedido que se cree un servicio de guardacostas que tenga entre sus cometidos el de sancionar a las barcas que fondeen sobre la posidonia.